En la reunión del gabinete de hoy, el primer ministro Benjamin Netanyahu reconoció que Israel fue responsable de los recientes ataques dirigidos a miembros de Hezbolá en septiembre, mediante el uso de bíperes y walkie-talkies. Según medios hebreos, esta declaración representa una admisión inusual de la implicación de Israel en operaciones encubiertas.
Netanyahu indicó que la operación, que también tenía como objetivo al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, se llevó a cabo a pesar de la oposición de varios altos funcionarios de defensa, así como de responsables políticos de alto nivel. En su declaración, Netanyahu insinuó que los jefes de las Fuerzas de Defensa de Israel y de los servicios de inteligencia, además del ministro de Defensa destituido recientemente, Yoav Gallant, no apoyaron la misión.
Hasta ahora, Israel no había asumido públicamente la autoría del ataque, que involucró la detonación de miles de bíperes en manos de miembros de Hezbolá en el Líbano y en algunas zonas de Siria el pasado 16 de septiembre.