El primer ministro Benjamin Netanyahu afirma que está “dispuesto a recorrer un largo, largo camino para liberar a todos nuestros rehenes, manteniendo al mismo tiempo la seguridad de Israel”.
Niega categóricamente los informes recientes que sugieren que ha añadido demandas a la oferta actual de alto el fuego de los rehenes, con la intención de obstaculizar las negociaciones.
“No hemos añadido ni una sola exigencia al borrador. Hamás es el que ha exigido la introducción de decenas de cambios”, aseguró Netanyahu al inicio de la reunión semanal del gabinete.
Los esfuerzos para alcanzar un acuerdo con Hamás y liberar a los 111 rehenes restantes secuestrados el 7 de octubre no han tenido éxito desde la tregua de una semana en noviembre que permitió la liberación de 105 civiles.
Se reporta que una delegación israelí de alto nivel visitó ayer El Cairo para mantener conversaciones indirectas sobre la propuesta con negociadores estadounidenses y egipcios, regresando el mismo día. Diversos informes señalaron que la reunión no produjo avances significativos.
Netanyahu también advirtió al “eje del mal de Irán” que no ataque a Israel, prometiendo que “responderemos y exigiremos un alto precio por cualquier acto de agresión contra nosotros, desde cualquier frente”.
Estas declaraciones se realizan mientras Israel se prepara para posibles ataques de Irán y Hezbolá en los próximos días, evaluando que los ataques podrían provenir de múltiples frentes.