Durante la ceremonia de clausura de un curso para oficiales de combate en Bahad 1, cerca de Mitzpe Ramon, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, subrayó que para Israel es prioritario impedir los ataques de Hezbolá, incluso por encima de los acuerdos de alto el fuego en el Líbano.
“El valor de los acuerdos, los documentos, las resoluciones, como las del Consejo de Seguridad de la ONU, incluyendo la 1509 y 1701, es relativo, pero no son lo esencial”, afirmó Netanyahu, pocas horas después de reunirse con los principales asesores de la Casa Blanca para Oriente Próximo, reiterando su postura en este sentido. “Lo fundamental es nuestra capacidad y determinación para garantizar la seguridad, prevenir ataques contra Israel y actuar contra el suministro de armas a nuestros enemigos, independientemente de las presiones o limitaciones externas; eso es lo esencial”, añadió.
En medio de cánticos de “Bibi, Bibi” y aplausos, Netanyahu declaró que en los recientes ataques, Israel había golpeado un “punto vulnerable” del régimen iraní. “Las declaraciones atrevidas de los líderes iraníes no pueden ocultar la realidad: Israel ahora goza de mayor libertad de acción en Irán que nunca antes. Podemos intervenir en cualquier parte de Irán cuando sea necesario”, aseguró.
La semana pasada, la Fuerza Aérea israelí lanzó ataques contra baterías antiaéreas y emplazamientos de radar en Irán, en represalia por un ataque masivo con misiles balísticos iraníes ocurrido el 1 de octubre.
El primer ministro destacó que el objetivo principal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) es evitar que Irán desarrolle armas nucleares. “Ni yo ni nuestras fuerzas hemos perdido de vista este objetivo, y no lo haremos. Por razones obvias, no puedo detallar nuestros planes para lograr este objetivo estratégico”, indicó Netanyahu.
Asimismo, destacó que la lucha contra el eje iraní se fundamenta en un “concepto de victoria total”. “No estoy marcando una fecha para el final de la guerra, pero sí estoy estableciendo metas claras para alcanzar la victoria”, puntualizó.
En lo que parece una respuesta a las críticas sobre la gestión del esfuerzo militar desde el 7 de octubre de 2023, Netanyahu afirmó: “Tenemos un plan, una dirección clara y objetivos definidos”. Explicó que la decisión de centrarse primero en atacar militarmente a Hamás en Gaza, en lugar de dividir las fuerzas en dos frentes al mismo tiempo, fue estratégica. “Una vez que hemos destruido la fuerza organizada de Hamás y el 90 por ciento de los residentes ha vuelto sano y salvo a sus hogares en el sur, hemos enfocado nuestros esfuerzos en el norte”, detalló.
El primer ministro presumió de que Israel está “transformando la realidad estratégica en Oriente Medio”, pero advirtió que el país sigue “en el ojo de la tormenta”. Agradeció el apoyo de Estados Unidos, afirmando: “Cuando es posible, acepto; cuando es necesario, rechazo”.
Netanyahu también criticó a quienes presionaron por un acuerdo diplomático prematuro en el Líbano antes de que Israel lograra destruir la red de túneles en su frontera y eliminar a líderes de Hezbolá, como Hassan Nasrallah, su sucesor y el siguiente en la cadena de mando. Además, indicó que Israel había destruido una parte considerable del arsenal de cohetes de Hezbolá.
Finalmente, Netanyahu señaló que más de la mitad de los rehenes tomados en el ataque de Hamás del 7 de octubre ya han sido liberados desde Gaza, y aseguró que Israel sigue trabajando para traer de vuelta al resto. No obstante, subrayó que este es un tema que debe manejarse con discreción y no discutirse públicamente.
En un esfuerzo por destacar el papel del ejército, Netanyahu también elogió al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, el teniente general Herzi Halevi.