“Es una noche de lágrimas y una noche de felicidad”, dice un primer ministro ronco, pero sonriente, Benjamin Netanyahu, en una declaración grabada en video que destaca la unidad nacional.
“Es un acontecimiento histórico que algunos creían imposible”, afirma, antes del inminente inicio de la liberación de los rehenes retenidos por Hamás en Gaza.
“Sé que existen muchos desacuerdos entre nosotros”, dice. “Pero en este día, y confío en que también en el período que está por comenzar, tenemos todas las razones para dejarlos atrás, porque con la fuerza conjunta logramos victorias extraordinarias, victorias que sorprendieron al mundo entero”.
La campaña militar no ha concluido, advierte Netanyahu. “Aún enfrentamos grandes desafíos de seguridad. Algunos de nuestros enemigos intentan reorganizarse para atacarnos otra vez”.
“Seguimos comprometidos con esta misión”, promete.
También hay grandes oportunidades como resultado de las victorias, insiste. Si actuamos unidos, “superaremos los desafíos y aprovecharemos las oportunidades”, dice Netanyahu.
El primer ministro recuerda las promesas que hizo al visitar a las familias de los rehenes y expresa su gratitud a los soldados de las FDI y a las familias de los caídos.
“Mañana marcará el inicio de un nuevo camino”, dice. “Un camino de reconstrucción, de sanación y, espero, de unidad”.
