El primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que la intención de Estados Unidos de retirar sus tropas de Siria no fue una sorpresa, y que habló sobre el asunto con el presidente de Estados Unidos Donald Trump el lunes y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, el martes.
«La administración estadounidense me dijo que la intención del presidente es sacar a sus tropas de Siria», dijo. «Dejaron en claro que tienen otras formas de hacer sentir su influencia en el área».
Netanyahu dijo que esto era obviamente «una decisión estadounidense», y que Israel estudiaría el cronograma, vería cómo se llevaría a cabo la retirada, y evaluaría «sus consecuencias sobre nosotros». En cualquier caso, agregó, «protegeremos la seguridad de Israel y nos defendernos de ese frente».
El general Yossi Kuperwasser, ex director general del Ministerio de Asuntos Estratégicos y jefe de la División de Investigación de Inteligencia Militar de las FDI, fue mucho menos optimista.
Dijo que si las fuerzas estadounidenses abandonan las áreas en el sur de Siria, «significaría que las fuerzas de Assad y los iraníes tendrán el control total sobre Siria y esto significaría que podrían tratar de entregar armas desde Irán a través de Irak a Siria y luego a Líbano, y no va a haber nada entre ellos para detenerlos».
Kuperwasser dijo que los iraníes «se empoderarán y se sentirán mucho más fuertes» con este movimiento, y «no está del todo claro que el Estado Islámico no pueda reaparecer, aprovechando del debilitamiento de sus adversarios en esta zona y resurgir de nuevo”.