El primer ministro Benjamin Netanyahu sostiene que el avance del plan de paz impulsado por Washington para Gaza exige la entrega completa de los fusiles de Hamás y la eliminación de su red de túneles. Presenta estas condiciones como un requisito central para permitir cualquier progreso político.
Consultado por Fox News sobre el obstáculo para pasar a la segunda fase del plan, Netanyahu responde: “Una palabra: desarme”. Señala que “Hamás se comprometió a desarmarse”, aunque afirma que después “se niega a hacerlo”, lo que bloquea la transición prevista en la iniciativa estadounidense.
Funcionarios de Estados Unidos indicaron que el grupo terrorista aceptó el desarme poco antes de la firma de la primera fase del acuerdo, el 9 de octubre. Sin embargo, Hamás rechazó esa versión en reiteradas ocasiones. Netanyahu afirma que el grupo “todavía tiene a unas 20.000 personas básicamente con fusiles Kaláshnikov”.
Añade que esas armas “utilizan periódicamente para ejecutar a cualquiera que no quiera la continuación de su tiranía”. Precisa además: “Y en total tienen 60.000 fusiles AK. Eso es lo que significa el desarme: hay que quitarles todos esos fusiles, arrebatárselos, y desmantelar esos túneles terroristas que tienen, todavía cientos de kilómetros de túneles del terror. Hamás se niega a hacerlo”.
Ante la pregunta sobre la posibilidad de alcanzar la segunda fase sin ese desarme, Netanyahu responde: “Creo que tenemos que darle una oportunidad”. Menciona “un intento de traer una fuerza internacional”, al aludir a la Fuerza Internacional de Estabilización prevista para Gaza. “Hasta ahora no ha llegado a buen puerto, pero le daremos una oportunidad. Porque si se puede hacer… por la vía fácil, bien. Y si no, se hará de otra manera”.
