El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, elogió el sábado a las tropas por «custodiar las fronteras del país» después de que una oleada masiva de la violencia islamista que asedió la frontera desde Gaza, condujo a la acción defensiva de las FDI que dejó a 16 atacantes palestinos muertos, de los cuales hasta el momento, 10 fueron confirmados como miembros de organizaciones terroristas con sede en Gaza, incluido el grupo gobernante Hamás.
«Respeto a nuestros soldados que están vigilando las fronteras del país y permitiendo que los ciudadanos israelíes celebren las festividades en paz», dijo el primer ministro Benjamin Netanyahu el sábado por la noche, momentos después del final del Shabat.
«Israel actúa enérgicamente y con determinación para proteger su soberanía y la seguridad de sus ciudadanos», prosiguió.
Decenas de miles de palestinos participaron el viernes en la violencia masiva en el lado fronterizo de Gaza, que pronto se convirtió en ataques terroristas. Conocida como la Marcha del Retorno. La manifestación convocada por Hamás tiene como objetivo invadir masivamente el territorio israelí bajo la premisa de que Israel ocupa toda Palestina; una consigna que se funda en el dogma fundamental del Islam que reclama la propiedad de todo lugar donde habitaron musulmanes.
Los atacantes palestinos arrojaron bombas incendiarias y rocas contra los soldados, neumáticos encedidos, buscaron romper o dañar la cerca fronteriza, y dispararon con ametralladoras.
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que las tropas abrieron fuego solo cuando era necesario, contra aquellos que tomaban parte activa en la violencia. También dijo que hubo intentos de dañar la cerca y penetrar en Israel, así como un intento de ataque con armas de fuego contra las tropas.
La violencia islamista del viernes llevó a llamamientos de las Naciones Unidas y la Unión Europea para realizar investigaciones independientes sobre el uso del fuego vivo por parte de Israel. La presidenta del partido de izquierda israelí Meretz también pidió una investigación.
El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, rechazó el sábado esas llamadasy escribió en las redes sociales: «No entiendo al coro de hipócritas que piden una comisión de investigación. Se confundieron y pensaron que Hamás organizó un festival de Woodstock y tuvimos que dar flores [a los manifestantes]».
El portavoz de Netanyahu para la prensa extranjera, David Keyes, le dijo al Times of Israel que las Naciones Unidas eran «el foro menos indicado, debido a sus décadas de obsesión anti-Israel. Lo que la ONU debería investigar es a Hamás: sus brutales ataques terroristas, llamados al genocidio de judíos, la búsqueda de destruir a Israel y el uso de niños como escudos humanos«.
El Ministerio de Relaciones Exteriores israelí dijo en un comunicado que la valla de seguridad entre Israel y Gaza «separa un estado soberano y una organización terrorista… un estado que protege a sus ciudadanos de los asesinos que envían a sus compatriotas al peligro».
«La valla separa a un ejército que usa la fuerza en defensa propia y de manera concentrada y proporcionada, y Hamás, una organización que santifica el asesinato y la muerte, que durante años -incluido ayer- ha intentado dañar a millones de israelíes. Cualquiera que erróneamente vea en este espectáculo asesino incluso un ápice de libertad de expresión está ciego a las amenazas que enfrenta el Estado de Israel», continuó la declaración.