El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, declaró que los ataques recientes contra Irán han afectado gravemente su capacidad de defensa aérea y de producción de misiles que representan una amenaza para Israel. Estas afirmaciones las hizo durante la ceremonia oficial en honor a los soldados israelíes caídos el 7 de octubre y en la guerra que siguió.
Netanyahu explicó que los ataques del sábado forman parte de una campaña sostenida por meses para “cortar los brazos del pulpo iraní, Hezbolá y Hamás”. “Hace dos días, golpeamos la cabeza del pulpo, el régimen iraní”, destacó en su discurso.
Dirigiéndose al pueblo iraní, aclaró que “nuestra lucha no es contra ustedes, sino contra el régimen que los oprime y amenaza a la región”. Añadió que el régimen “debe entender una cosa sencilla: quien nos haga daño, nosotros le haremos daño”.
Según Netanyahu, el ataque en Irán fue “preciso y poderoso, y logró todos sus objetivos”. Expresó agradecimiento hacia el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el jefe del Mossad, el jefe de inteligencia militar y el comandante de la FDI. Sin embargo, no mencionó al ministro de Defensa, Yoav Gallant, con quien ha tenido frecuentes discrepancias políticas.
También extendió su agradecimiento a Estados Unidos “por la estrecha coordinación y apoyo” en estas operaciones. Finalmente, afirmó que el retorno de los rehenes, tanto vivos como muertos, es una “misión sagrada” para Israel.