El siguiente es el texto del discurso del primer ministro Benjamín Netanyahu dirigido a los israelíes el 26 de noviembre de 2024, en el que presentó un “plan de alto el fuego” para poner fin a los combates contra Hezbolá en la frontera norte, según una traducción proporcionada por la Oficina del primer ministro:
Ciudadanos de Israel, les prometí la victoria, y la alcanzaremos.
Completaremos la tarea de erradicar a Hamás, traeremos de vuelta a todos nuestros rehenes, garantizaremos que Gaza no vuelva a representar una amenaza para Israel y devolveremos a salvo a los residentes del norte a sus hogares.
La guerra no terminará hasta que logremos todos sus objetivos, incluidos el retorno seguro de los habitantes del norte a sus hogares. Y les aseguro que así será, tal como sucedió en el sur.
Amigos míos, habitantes del norte, estoy orgulloso de ustedes, de su perseverancia, y estoy completamente comprometido con su seguridad, con la rehabilitación de sus comunidades y con su futuro.
Hasta la fecha, gracias al valor de nuestros combatientes en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el Servicio de Seguridad de Israel, el Mossad y la Policía de Israel, hemos logrado avances significativos en los siete frentes de la ‘Guerra de la Redención.’
Estos logros generan admiración en todo el mundo y proyectan la fuerza de Israel en todo el Medio Oriente:
Primero, la cabeza del pulpo: Irán. Hemos destruido grandes partes de su sistema de defensa aérea y de sus capacidades de fabricación de misiles, además de demoler un componente significativo de su programa nuclear.
Estoy decidido a hacer todo lo necesario para impedir que Irán obtenga un arma nuclear. Esa amenaza siempre ha sido mi máxima prioridad, y lo es aún más hoy, cuando escuchamos a los líderes de Irán declarar una y otra vez su intención de obtener armas nucleares. Para mí, eliminar esa amenaza es la misión más importante para garantizar la existencia y el futuro del Estado de Israel.
En Gaza, desmantelamos los batallones de Hamás y eliminamos a cerca de 20,000 terroristas. Matamos a Sinwar, matamos a Deif, matamos a altos terroristas líderes de Hamás y rescatamos a 154 rehenes. Estamos comprometidos a traer a todos de vuelta, a los 101 rehenes que permanecen en Gaza, tanto a los que siguen vivos como a los muertos, para poner fin a la terrible angustia de sus familias. Por supuesto, también estamos comprometidos a completar la erradicación de Hamás.
En Judea y Samaria, estamos eliminando terroristas, destruyendo infraestructura terrorista y operando en todas las fortalezas del terror. No hay lugar fuera de nuestro alcance.
En Yemen, atacamos con fuerza el puerto de Hodeida de los hutíes, algo que la coalición internacional no había hecho antes.
En Irak, frustramos con éxito, y seguimos frustrando, numerosos ataques con drones, aunque aún enfrentamos muchos desafíos.
En Siria, estamos bloqueando sistemáticamente los intentos de Irán, Hezbolá y el ejército sirio de transferir armas al Líbano. Asad debe entender que está jugando con fuego.
Y ahora, para el séptimo frente: Líbano.
Hezbolá decidió atacarnos desde Líbano el 8 de octubre. Un año después, no es el mismo Hezbolá. Los hemos hecho retroceder décadas. Eliminamos a Nasrallah, el eje del eje. Hemos acabado con la cúpula de su liderazgo, destruido la mayoría de sus cohetes y misiles, matado a miles de terroristas y demolido su infraestructura terrorista subterránea adyacente a nuestra frontera, una infraestructura que habían estado construyendo durante años.
Hemos atacado objetivos estratégicos en todo el Líbano y derribado decenas de torres terroristas en Dahieh, en Beirut. El suelo en Beirut está temblando.
Ciudadanos de Israel, hace apenas tres meses, todo esto habría parecido ciencia ficción. Pero no lo es. Hicimos estas cosas.
En cada momento de la gestión de esta campaña, observo todos los frentes simultáneamente. Así actué al inicio de la guerra, cuando decidí centrarme en Gaza y no abrir un frente más amplio en Líbano. Así actué hace unos meses, cuando las condiciones maduraron para ir al norte y decidimos concentrarnos en Hezbolá.
Así actué tras el ataque con misiles desde Irán, cuando decidimos meticulosamente el momento y la naturaleza de nuestra respuesta. Y eso es lo que estoy haciendo hoy. Observo todos los frentes simultáneamente y veo el panorama general. Estoy decidido a proporcionar a nuestros valientes soldados todos los recursos para mantenerlos a salvo y llevarnos a la victoria.
Por lo tanto, esta noche presentaré un plan de alto el fuego para la aprobación del gabinete.
La duración del alto el fuego dependerá de lo que suceda en el Líbano.
Con el pleno entendimiento de Estados Unidos, mantenemos plena libertad de acción militar. Si Hezbolá viola el acuerdo e intenta rearmarse, atacaremos. Si intenta reconstruir infraestructura terrorista cerca de la frontera, atacaremos. Si lanza un cohete, si cava un túnel, si transporta cohetes en un camión, atacaremos.
Escucho la afirmación de que, si entramos en un alto el fuego, no podremos atacar ni renovar la guerra. Les recuerdo que eso es exactamente lo que dijeron cuando tuvimos un alto el fuego en Gaza para liberar a los rehenes. Dijeron que no volveríamos a combatir, pero lo hicimos.
Dicen que Hezbolá permanecerá tranquilo por uno o dos años, se fortalecerá y luego nos atacará. Pero Hezbolá estará violando el acuerdo, no solo si dispara contra nosotros. Lo estará violando si adquiere armas para dispararnos en el futuro. Y responderemos con fuerza ante cualquier violación.
Sé que hay quienes no creen que lo haremos. Pero muchos tampoco creyeron que entraríamos en Gaza por tierra, y lo hicimos. No creyeron que entraríamos en Shifa y Jan Yunis, y lo hicimos. No creyeron que entraríamos en Rafah y el corredor Filadelfi, pese a toda la presión internacional. No solo entramos, atacamos, y con contundencia.
Muchos no creyeron que atacaríamos en Líbano, y también lo hicimos. Atacamos con una fuerza y sofisticación que sorprendió al mundo entero.
Entonces, después de todo eso, ¿quizás deberíamos empezar a creer? Creer en nuestra determinación, creer en nuestro camino, en nuestro compromiso con la victoria.
¿Por qué deberíamos tener un alto el fuego ahora? Por tres razones principales:
La primera razón es centrarnos en la amenaza iraní, y no entraré en detalles sobre eso.
La segunda razón es dar un respiro a nuestras fuerzas y reponer suministros. Y lo digo abiertamente, no es un secreto que ha habido grandes retrasos en la entrega de armas y municiones. Estos retrasos se resolverán pronto. Recibiremos suministros de armamento avanzado que mantendrán seguros a nuestros soldados y nos darán más capacidad ofensiva para completar nuestra misión.
Y la tercera razón para un alto el fuego es separar los frentes y aislar a Hamás. Desde el segundo día de la guerra, Hamás contaba con que Hezbolá luchara a su lado. Con Hezbolá fuera de escena, Hamás se queda solo. Aumentaremos nuestra presión sobre Hamás, y eso nos ayudará en nuestra misión sagrada de liberar a nuestros rehenes.
Ciudadanos de Israel, en el último año dimos un vuelco a la situación. Fuimos atacados desde siete frentes y respondimos con fuerza. Estamos cambiando el rostro del Medio Oriente. Estamos logrando todo esto gracias a nuestros valientes soldados, gracias a su tenacidad y gracias a la gestión resoluta e inteligente de la guerra.
Lo he dicho muchas veces, un buen acuerdo es un acuerdo que se hace cumplir, y lo haremos cumplir.
Con la ayuda de Dios, estableceremos la seguridad, rehabilitaremos el norte y continuaremos, unidos, hasta la victoria