Israel anunció que sus fuerzas atacaron objetivos militares sirios tras determinar que el régimen de Ahmed al-Sharaa violó dos líneas rojas impuestas por Jerusalén. Según el primer ministro Benjamin Netanyahu, Damasco desplegó tropas al sur de la capital, en una zona que Israel considera desmilitarizada, y llevó a cabo acciones letales contra la población drusa en Jebel Druso.
Netanyahu declaró que la intervención israelí se centró en detener el avance militar sirio y proteger a las comunidades drusas. “Hemos establecido una política clara”, afirmó. “Desmilitarizar el área al sur de Damasco, desde los Altos del Golán hasta las montañas drusas, es una línea \[roja]. La segunda línea \[es] proteger a los hermanos de nuestros hermanos, los drusos en las montañas drusas”.
El jefe de gobierno añadió que Israel no permitirá el despliegue de fuerzas militares sirias en esa región ni que se produzcan ataques contra los drusos. “No permitiremos que las fuerzas militares desciendan al sur de Damasco, no permitiremos que los drusos sufran daños en Jebel Druso”, afirmó en un mensaje difundido en video.
Netanyahu responsabilizó directamente al régimen sirio por los incidentes recientes. “Envió un ejército al sur de Damasco, a la zona que debía ser desmilitarizada, y comenzó a masacrar a los drusos. No podíamos aceptar esto de ninguna manera”, sostuvo. Indicó que el alto el fuego anunciado por Damasco, que incluyó el retiro de sus tropas, no fue resultado de negociaciones, sino de la intervención militar israelí.
“El alto el fuego se logró por la fuerza. No a través de peticiones, no a través de súplicas, sino por la fuerza”, afirmó. Netanyahu reiteró que las operaciones militares continuarán mientras Israel considere que sus condiciones no se cumplen. “Actuamos y seguiremos actuando según sea necesario”, concluyó.