El primer ministro Benjamin Netanyahu ofreció una conferencia de prensa en Jerusalén al día siguiente de declarar que Israel enfrenta un aislamiento creciente en el plano internacional a raíz de la guerra en Gaza. Aclaró que sus declaraciones previas apuntaron a las industrias de defensa y no a la economía general. Negó que existan motivos económicos para el aislamiento e indicó que las presiones responden a factores políticos.
Netanyahu afirmó que mantiene “plena confianza en la economía de Israel” y que “además, \[la economía de Israel] ha asombrado al mundo entero en los últimos dos años mientras hemos estado en guerra”. Explicó que el shekel se encuentra más fuerte que antes de la guerra, que la Bolsa de Valores de Tel Aviv registra niveles récord y que el desempleo permanece en mínimos históricos.
El primer ministro señaló que Israel ha recibido una gran afluencia de inversión extranjera y que los precios de la vivienda han descendido. Reconoció intentos de aislar al país, pero sostuvo que “el mundo quiere los productos que produce Israel”. Subrayó que no descarta posibles restricciones económicas, aunque atribuyó su origen a factores políticos y no financieros.
Precisó que su advertencia del día anterior se refirió al sector de defensa. Expuso que “hay un área a la que me referí en la que, de hecho, podrían existir restricciones, no económicas, sino políticas en su esencia, y eso es lo que sucede en las industrias de defensa”. Añadió que “nuestras industrias de defensa se expanden con rapidez. Han alcanzado enormes logros en las exportaciones, tanto en cantidad como en calidad”.
Netanyahu indicó que Israel busca garantizar su capacidad de defensa con recursos propios. Sostuvo que la experiencia de la guerra evidencia la necesidad de no depender de proveedores externos y de fortalecer la producción nacional. Expuso que pidió al Ministerio de Finanzas y a diversos sectores reducir la burocracia para incrementar la producción y ampliar el desarrollo tecnológico e industrial.
En respuesta a la caída de las acciones tras sus comentarios anteriores, Netanyahu afirmó: “Hubo un malentendido que supuestamente sacudió el mercado de valores”. Señaló que esa reacción no afectó a la economía y concluyó que “la fortaleza de la economía de Israel y la rentabilidad de invertir en Israel” siguen siendo factores esenciales para su futuro económico.