Los miembros de la coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu salen en su defensa después de que una multitud congregada en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv abucheara su nombre durante el discurso del enviado especial estadounidense Steve Witkoff, en el acto de celebración del acuerdo sobre los rehenes.
El ministro de Justicia y viceprimer ministro Yariv Levin calificó los abucheos de “una gran vergüenza” y de “una muestra indigna de ingratitud hacia el primer ministro Netanyahu, quien guio al Estado de Israel en uno de sus momentos más críticos y consiguió logros extraordinarios.. que incluyen el regreso de los rehenes”.
Las cosas impopulares también deben decirse: Así abuchean los asistentes en la Plaza de los Rehenes cuando Witkoff menciona a Netanyahu. Estas son las cosas que complacen a los enemigos de Israel. pic.twitter.com/7tsDWdVMUU
— Noticias de Israel (@estadoisrael) October 11, 2025
El presidente de la Knéset, Amir Ohana, en lo que parece una alusión al incidente, publicó una foto de Netanyahu en X con el texto: “primer ministro de Israel, el trabajo más difícil del mundo y el más ingrato”.
El miembro del Likud y presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa, Boaz Bismuth, se sumó a las declaraciones y afirmó que el primer ministro “no necesita que la gente lo aplauda; los libros de historia lo harán por él. Seguirán abucheando, y él seguirá escribiendo los capítulos que todos estudiaremos en la historia del pueblo de Israel”.
El ministro de Educación, Yoav Kisch, escribió: “Estos sectores extremistas no representan a la mayoría del pueblo de Israel, que apoya el acuerdo y agradece a quienes lo hicieron posible: Netanyahu y [el ministro de Asuntos Estratégicos Ron] Dermer”.
Desde la oposición, el presidente de Azul y Blanco-Unidad Nacional, Benny Gantz, también condenó los abucheos y publicó en X: “Tengo un profundo aprecio por el público en general que acude, semana tras semana, a la Plaza de los Rehenes y a las manifestaciones en todo el país. Yo también formo parte de ello. Pero incluso cuando existen diferencias de opinión, abuchear al primer ministro de Israel ante el enviado del gobierno estadounidense y en presencia de las familias de los rehenes es un error”.
“Estoy seguro de que estos gritos no representan a la mayoría del pueblo de Israel, ni a la mayoría de los presentes en la plaza”, añadió.
