Benjamin Netanyahu aseguró ante embajadores israelíes que Israel “también traerá de vuelta a la Rani [Gvili]”, la última rehén asesinada en Gaza y devuelta durante la primera fase del alto el fuego con Hamás. El primer ministro recalcó: “Vamos a traer de vuelta a todos los rehenes, hasta el último”.
El mandatario explicó que “en la segunda fase, avanzamos hacia el desarme y la desmilitarización”. Añadió que Estados Unidos pretende conformar una fuerza internacional para ejecutar esa misión y que ya expresó su apoyo: “He dicho que adelante”.
“Sabemos que hay ciertas misiones que esta fuerza podría realizar”, afirmó. “Hay ciertas cosas que no pueden hacer, quizá la tarea principal no pueden hacer, pero ya veremos”. destacó que el desarme de Hamás ocurrirá “por las buenas o por las malas”, insistiendo: “Pero al final se hará”.
Respecto a la normalización regional, Netanyahu rechazó los reportes que condicionan los acuerdos de paz a pasos previos de Israel, aludiendo posiblemente a la exigencia saudí de un compromiso hacia un Estado palestino. Sostuvo que “las oportunidades están ahí debido a los cambios tectónicos que provocamos en el equilibrio de poder en Oriente Medio”.
El primer ministro afirmó que Israel abandonó la “política de contención”. Según dijo, “identificamos una amenaza y actuamos”. En alusión a posibles tensiones con Turquía en Siria y su entorno, advirtió: “Un poder cae, otro se levanta. No diré a quién me refiero, pero puedes adivinar. Lo sabes muy bien”.
