El primer ministro Benjamin Netanyahu atribuye el asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington a la propaganda de Hamás y a informes falsos sobre supuestas atrocidades de las Fuerzas de Defensa de Israel en Gaza. En un video en inglés difundido por su oficina, Netanyahu asegura que el ataque contra Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, perpetrado anoche, no fue un acto aislado. Según el premier, un terrorista “antisionista y antisemita” disparó contra la pareja mientras gritaba “¡Palestina libre!” durante su arresto, con la intención clara de matar judíos.
Netanyahu denuncia que la comunidad internacional ha aceptado la narrativa de Hamás, que acusa a Israel de provocar hambruna entre niños palestinos. El primer ministro destaca que, desde el 7 de octubre, Israel ha facilitado el ingreso de 92.000 camiones de ayuda a Gaza, equivalente a 1,8 millones de toneladas de asistencia humanitaria. Sin embargo, afirma que gran parte de esta ayuda ha sido confiscada por Hamás para beneficiar a sus miembros terroristas, en lugar de llegar a la población civil.
El líder israelí critica a instituciones internacionales por amplificar estas acusaciones falsas. Según Netanyahu, un alto funcionario de la ONU afirmó recientemente que 14.000 bebés palestinos morirían en 48 horas, una declaración que, asegura, fue repetida por la prensa y creída por multitudes. Este ambiente de desinformación, argumenta, contribuyó al clima que desembocó en el brutal asesinato de la joven pareja en Washington.
El primer ministro rechaza con firmeza las propuestas de algunos países para reconocer unilateralmente un Estado palestino. Netanyahu sostiene que los terroristas de Hamás no buscan la creación de un Estado palestino, sino la destrucción del Estado judío. Además, expresa su desconcierto ante la incapacidad de líderes de Francia, Gran Bretaña y Canadá para comprender esta realidad. Estos países, en una declaración conjunta emitida esta semana, instaron a Israel a detener su ofensiva en Gaza, eliminar las restricciones a la ayuda humanitaria, frenar la expansión de asentamientos en Judea y Samaria y avanzar hacia una solución de dos Estados.
Sobre los rehenes retenidos por Hamás, Netanyahu reafirma su compromiso de hacer todo lo posible para garantizar su liberación. El primer ministro se muestra dispuesto a aceptar un alto el fuego temporal para facilitar la salida de más cautivos, pero insiste en que todos los rehenes deben ser liberados de inmediato. También subraya que Israel enfrenta una guerra en siete frentes, desatada por Irán y sus aliados, donde a veces ocurren incidentes no deseados.
Netanyahu menciona un reciente episodio en Jenin, donde tropas israelíes dispararon tiros de advertencia cerca de una delegación de diplomáticos árabes y europeos que visitaba Judea y Samaria. El incidente, que no dejó heridos, generó indignación entre varios países, algunos de los cuales convocaron a los enviados israelíes para expresar su rechazo. El primer ministro defiende que el ejército israelí lamentó el suceso, ya que Israel no ataca a civiles ni diplomáticos, sino a terroristas, en contraste con las acciones de Hamás. Sin embargo, lamenta que los países críticos no reconozcan esta diferencia.