El partido Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu y el Sionismo Religioso, liderado por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, mantienen una disputa sobre cuál asumirá el control del Comité de Finanzas de la Knéset. La discusión surgió tras la renuncia de Moshe Gafni, del partido Judaísmo Unido de la Torá (UTJ), quien presidía ese comité legislativo.
Medios hebreos reportaron que el Likud busca colocar a uno de sus diputados como presidente provisional del comité. Por su parte, Smotrich impulsa a su correligionario Moshe Solomon como candidato al cargo. También se ha mencionado a Yitzhak Kroizer, miembro del partido Otzma Yehudit, como posible aspirante.
Según informó el sitio Ynet, el Likud ha declarado que el próximo presidente ocupará el cargo de forma temporal y que la posición quedará reservada para UTJ si ese partido retorna a la coalición. UTJ se retiró el lunes por la noche tras recibir un borrador de ley sobre el alistamiento haredí, cuya redacción, según el partido, incumplía un acuerdo previo con Yuli Edelstein, presidente del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa.
Después de anunciar su renuncia, Gafni no asistió a la sesión del Comité de Finanzas que debía abordar un plan de compensación para empresas y trabajadores afectados por la guerra con Irán el mes pasado. Su ausencia sorprendió a los asistentes, que esperaban su presencia en la reunión.
El nombramiento del nuevo presidente depende del Comité de la Cámara de Representantes de la Knéset. Hasta entonces, el debate sobre la compensación permanece suspendido. De continuar el retraso, el proyecto de ley podría no ser aprobado antes del cierre del periodo legislativo de verano, previsto para el 27 de julio.