El gabinete aprobó un plan para conquistar la ciudad de Gaza, decisión que la oposición calificó como un desastre que pondrá en peligro la vida de rehenes y soldados israelíes. Yair Lapid, líder opositor, afirmó en X que la medida contradice completamente la opinión de las filas militares y de seguridad y anticipa consecuencias negativas.
Lapid señaló que el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, arrastraron al primer ministro Benjamin Netanyahu hacia una operación que tomará meses, causará la muerte de rehenes y soldados, y tendrá un costo financiero elevado para los contribuyentes. Añadió que el plan también provocará un colapso político.
El opositor aseguró que esta acción responde a los intereses de Hamás, ya que dejará a Israel atrapado sin un objetivo claro ni un plan definido para el período posterior a la ocupación, lo que consideró inútil y confuso en su dirección. Por su parte, Avigdor Liberman, presidente de Yisrael Beytenu y exministro de Defensa, indicó que la decisión demuestra que se toman resoluciones contrarias a las consideraciones de seguridad y a los objetivos de la guerra.
Liberman añadió que el primer ministro está sacrificando la seguridad de los ciudadanos israelíes para preservar su posición política. Yair Golan, jefe del partido Los Demócratas, aseguró que esta decisión implica que más rehenes serán abandonados a la muerte. Además, describió la actuación de Netanyahu como débil y sin capacidad para equilibrar las recomendaciones profesionales con la influencia de sectores mesianistas en el gobierno.
Golan definió la medida como un desastre para varias generaciones y explicó que las consecuencias incluyen el despliegue prolongado de tropas en Gaza y un gasto económico significativo en el tiempo. Cuestionó la estrategia del gobierno para desmilitarizar la Franja y expresó escepticismo sobre recuperar armas a través de túneles, al preguntar: “¿Vamos a arrastrarnos a través de túneles y recuperar los últimos Kalashnikovs?”.