Gobierno

Israel y Líbano llevan seis semanas intercambiando mortíferos disparos transfronterizos, pero aún no han llegado a una guerra total.

El ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, afirma que Israel cuenta con un “apoyo sin precedentes” para su guerra en curso contra Hamás.

Mahmoud Abbas, sigue negándose a condenar las masacres del 7 de octubre, mientras que algunos de sus ministros “celebran lo ocurrido”.

Netanyahu dice estar “atónito” por la atención que se presta a la política “cuando nuestros soldados están luchando en Gaza”.

La operación de las FDI en Gaza terminará “solo cuando podamos prometer seguridad y traer a nuestros chicos y chicas a casa”.

Los que se esconden en el sur de la Franja, donde las FDI aún no han enviado tropas terrestres, “lo notarán pronto”, afirma Gallant.

El primer ministro Benjamin Netanyahu afirma que existe una fuerte presión internacional contra la guerra de Israel contra Hamás.

Netanyahu afirma en rueda de prensa en hora de máxima audiencia que su corazón está con las familias de los rehenes retenidos en Gaza.

Funcionarios israelíes afirman que las negociaciones para liberar a los rehenes retenidos en Gaza están actualmente estancadas.

Las FDI están trabajando para atacar activamente objetivos de Hezbolá y devolver la seguridad al norte del país.