La primera lectura de la reforma, propuesta para modificar la causa de razonabilidad en Israel, fue aprobada por mayoría en la Knéset, restando aún dos lecturas para su completa ratificación.
Mayoría en la Knéset apoya reforma judicial
El resultado de la votación de la primera lectura de la reforma fue de 64 votos a favor y 56 en contra. Todos los miembros de la coalición respaldaron la ley, mientras que los de la oposición la rechazaron.
La enmienda propuesta, denominada “Proyecto de Norma de Razonabilidad”, busca limitar la intervención de los tribunales en las decisiones de los representantes electos, modificando la Ley Fundamental El Poder Judicial.
Esta medida busca modificar el criterio de razonabilidad, una herramienta que permite a los tribunales examinar las decisiones gubernamentales consideradas fuera del rango de lo que una autoridad responsable llevaría a cabo.
Reacciones frente a la aprobación de la reforma
Varios representantes del gobierno expresaron su apoyo a la enmienda tras la votación. El ministro Ofir Sofer felicitó a sus compañeros de gobierno y llamó a la oposición a actuar de manera responsable en beneficio del Estado de Israel.
Por otro lado, el ministro Itamar Ben Gvir describió la reforma como un importante paso en la corrección del sistema judicial, enfatizando su objetivo de devolver el poder al público.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, celebró en las redes sociales la aprobación de la ley, destacando la victoria de la democracia.
Oposición critica la reforma
Desde la oposición, la propuesta fue recibida con críticas. El líder opositor, Yair Lapid, describió la reforma como una medida antidemocrática y prometió continuar la “lucha en defensa de los valores del Estado de Israel”.
El presidente de Yisrael Beytenu, Avigdor Liberman, y la presidenta del Partido Laborista, Merav Michaeli, también criticaron la aprobación de la ley, argumentando que la misma “causaría un daño grave a la democracia”.
El debate previo a la votación
El acalorado debate previo a la votación contó con la intervención de MK Simcha Rothman, presidente de la Comisión de Constitución, quien defendió la propuesta como equilibrada y responsable.
El viceprimer ministro y ministro de Justicia, Yariv Levin, aclaró en su discurso previo a la votación que el gobierno debe actuar solo dentro de la ley y que cualquier acción contraria estaría sujeta a revisión judicial.
La reforma judicial propuesta en la Knéset de Israel, conocida como el “Proyecto de Norma de Razonabilidad”, busca limitar la intervención de los tribunales en las decisiones de los representantes electos, modificando la Ley Fundamental El Poder Judicial. Esta medida tiene como objetivo modificar el criterio de razonabilidad, una herramienta que permite a los tribunales examinar las decisiones gubernamentales consideradas fuera del rango de lo que una autoridad responsable llevaría a cabo.
La primera lectura de la reforma judicial fue aprobada por mayoría en la Knéset, con 64 votos a favor y 56 en contra. Todos los miembros de la coalición gubernamental respaldaron la ley, mientras que los miembros de la oposición la rechazaron.
Las reacciones tras la votación fueron variadas. Por un lado, varios representantes del gobierno, como el ministro Ofir Sofer y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, celebraron la aprobación de la ley, resaltando que era un paso importante en la corrección del sistema judicial y una victoria para la democracia. Por otro lado, la oposición criticó la reforma, con líderes como Yair Lapid, Avigdor Liberman y Merav Michaeli describiéndola como una medida antidemocrática y perjudicial para la democracia.
El “Proyecto de Norma de Razonabilidad” busca limitar la intervención de los tribunales en las decisiones de los representantes electos, lo que modificaría la Ley Fundamental El Poder Judicial. Su objetivo principal es alterar el criterio de razonabilidad, una herramienta que permite a los tribunales examinar y cuestionar las decisiones gubernamentales que consideran fuera del rango de lo que una autoridad responsable realizaría.
El debate previo a la votación contó con la intervención de varias figuras políticas. El presidente de la Comisión de Constitución, MK Simcha Rothman, defendió la propuesta como equilibrada y responsable. Por su parte, el viceprimer ministro y ministro de Justicia, Yariv Levin, aclaró que el gobierno debe actuar solo dentro de la ley y que cualquier acción contraria estaría sujeta a revisión judicial. En contraposición, líderes de la oposición criticaron la propuesta argumentando que causaría un grave daño a la democracia.