Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, acusa a Yair Golan, líder del partido Los Demócratas, de emular la propaganda de Hamás. Según Ben Gvir, Golan propaga libelos antisemitas contra Israel al afirmar que el país asesina niños en Gaza “como pasatiempo”. El ministro sostiene que estas declaraciones carecen de fundamento y atacan la imagen del Estado.
Shlomo Karhi, ministro de Comunicaciones, califica a Golan de “terrorista” que socava los objetivos de guerra de Israel. Karhi asegura que las palabras de Golan comprometen la seguridad de los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y debilitan la democracia del país. Además, exige medidas inmediatas contra el líder izquierdista.
Gideon Sa’ar, ministro de Asuntos Exteriores, condena las afirmaciones de Golan como un “libelo de sangre” contra Israel y su ejército. Sa’ar advierte que estas declaraciones intensifican el antisemitismo global y deslegitiman las acciones de las FDI en la guerra de Gaza. El ministro subraya la gravedad de acusar al ejército de crímenes sin pruebas.
Yoav Kisch, ministro de Educación, defiende a los soldados israelíes y rechaza las palabras de Golan. Kisch afirma que tildar a los combatientes de asesinos de bebés constituye una difamación grave. Dado que Golan no es diputado ni goza de inmunidad parlamentaria, Kisch solicita al fiscal general que investigue al líder por incitación.
Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, pide a los sionistas rechazar a Golan y sus declaraciones. Smotrich considera que las acusaciones del líder de Los Demócratas cruzan líneas rojas y proporcionan a los enemigos de Israel argumentos para atacarlo. El ministro destaca la necesidad de establecer límites claros en el discurso público.
Israel Katz, ministro de Defensa, exige la exclusión de Golan de la vida pública. Katz recuerda un discurso de 2016 en el que Golan, entonces oficial de las FDI, comparó ciertos eventos en Israel con “procesos perturbadores” previos al Holocausto. El ministro sostiene que las recientes declaraciones de Golan difaman al país y a sus fuerzas armadas en tiempos de guerra.
Yitzchak Goldknopf, ministro de Vivienda y líder del Judaísmo Unido de la Torá, declara que Golan no merece representar a Israel. Por su parte, Aryeh Deri, líder del Shas, insta a los líderes de la oposición a condenar a Golan sin ambigüedades. Deri solicita que los partidos opositores descarten cualquier posibilidad de formar un gobierno con él.
Yair Lapid, líder de la oposición, elogia a los combatientes de las FDI y califica sus acciones de heroicas. Lapid considera que las afirmaciones de Golan benefician a los enemigos de Israel y rechaza categóricamente la idea de que los soldados asesinen bebés. El líder opositor expresa su apoyo incondicional al ejército.
Benny Gantz, presidente de Unidad Nacional, urge a Golan a retractarse y disculparse con las tropas. Gantz describe las declaraciones como “escandalosas, falsas y extremas” y afirma que ponen en riesgo la libertad operativa de los soldados en Gaza. El líder recuerda que Golan, exsubjefe del Estado Mayor de las FDI, conoce la moralidad del ejército.
Avigdor Liberman, presidente de Yisrael Beytenu, defiende la ética de las FDI y considera que las acusaciones de Golan dañan a los soldados y la seguridad nacional. Por su parte, Naftali Bennett, exprimer ministro, señala que Hamás, y no Israel, es responsable de asesinar bebés. Bennett destaca que los combatientes israelíes actúan con valentía y moralidad.
Bennett añade que Israel libra una guerra defensiva contra un enemigo que utiliza a civiles como escudos humanos. Según el exprimer ministro, Hamás busca deliberadamente la muerte de su propia población. Los soldados israelíes, afirma Bennett, continuarán protegiendo al país con determinación y apego a los valores morales.