El presidente de Israel, Isaac Herzog, intervino el miércoles en la ceremonia central de conmemoración de los 50 años de la Guerra de Yom Kipur y habló de la importancia de una nación unificada.
“El Yom Kipur nos dejó muchas lecciones que nos han acompañado desde entonces. Estar siempre preparados para las situaciones más difíciles y peligrosas, escuchar la opinión contraria y explorarla en profundidad y, llegado el momento, estar abiertos y atentos para no perder ninguna oportunidad de hacer las paces. Pero la guerra también nos enseñó algo más. Nos enseñó el significado de la fortaleza nacional, la capacidad de mantenernos firmes, incluso con miles de caídos y heridos, y la importancia de la hermandad y de una sociedad cohesionada en tiempos difíciles”, declaró el presidente Herzog.
Y añadió: “Medio siglo después de la Guerra de Yom Kipur, la sociedad israelí está dividida y polarizada, y la crisis que nos acompaña desde hace ya nueve meses nos está desgarrando y perjudicando directamente a nuestra sociedad, economía y seguridad”.
En este momento, en medio de las fiestas -entre Yom Kipur y Sucot- nadie está en desacuerdo con el hecho de que nos encontramos en una verdadera emergencia doméstica. Nadie está en desacuerdo con que es un momento para la introspección, para aprender lecciones, para mostrar responsabilidad. Todos tenemos que entender que la resistencia y la seguridad nacionales están directamente vinculadas a la situación interna y que la solución de la crisis y la superación de la división son pasos urgentes e importantes que debemos dar como sociedad para proteger la seguridad de Israel 50 años después de la guerra de Yom Kipur. Especialmente ahora, es importante escuchar. Actuar con moderación, respeto y responsabilidad, rebajar las llamas, tender la mano y alcanzar un consenso generalizado.