Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, denunció que al público israelí le han “lavado el cerebro” para aceptar el acuerdo de alto el fuego y de rehenes. Advirtió que proseguir con la segunda fase del pacto llevaría a Israel hacia una “pendiente resbaladiza y peligrosa”.
En una extensa publicación en X, el líder del sionismo religioso vislumbró un futuro en el que Hamás, envalentonado por el acuerdo, podría secuestrar más ciudadanos israelíes. Según él, esto llevaría a exigir la retirada israelí de Judea y Samaria, la evacuación de asentamientos y la creación de un Estado palestino a cambio de la liberación de los rehenes.
Smotrich señaló que Irán podría replicar esta estrategia, secuestrando familias judías en el extranjero para exigir el levantamiento de sanciones económicas, la inacción de Israel contra sus instalaciones nucleares y la obtención rápida de una bomba nuclear. Cuestionó la certeza de que Israel rechazaría tales demandas en el futuro, comparando esta posibilidad con la aceptación actual de la segunda fase del acuerdo.
Criticó además a los medios de comunicación israelíes, acusándolos de manipular al público sin que este lo note. Según Smotrich, los medios refuerzan el simbolismo del lazo amarillo, asociado a los rehenes, y descalifican a quienes expresan objeciones al acuerdo.
Reconociendo el “dolor desgarrador” de las familias de los rehenes, sostuvo que un Estado responsable no puede permitir que las emociones superen la razón ni que el dolor ponga en peligro la seguridad y el futuro del país. Declaró que el sionismo religioso se opondrá firmemente a cualquier avance en la segunda etapa del acuerdo y lanzó una advertencia al primer ministro Benjamin Netanyahu, afirmando que quien ceda a las demandas de Hamás “no merece ser líder”.