Noam Sohlberg juró el jueves como nuevo vicepresidente de la Corte Suprema de Israel.
A diferencia de la ceremonia anterior, el ministro de Justicia, Yariv Levin, asistió al acto, pese a haber boicoteado la juramentación del presidente del tribunal, Yitzhak Amit, por las acusaciones que pesan sobre él.
Durante su discurso, Sohlberg expresó que no todo debe tratarse como un asunto judicial y subrayó la necesidad de enfrentar los conflictos con paciencia.
El país, dijo, se encuentra inmerso en divisiones profundas, impaciencia y falta de compromiso, factores que impiden comprender la realidad en su totalidad. Recalcó la urgencia de una labor constante y paciente para superar esta situación.
Sohlberg también afirmó que la paciencia vuelve más efectivo y valioso el trabajo, y llamó a los ciudadanos a buscar soluciones y consensos fuera del ámbito judicial, mediante el entendimiento mutuo.
Isaac Herzog, presidente de Israel, afirmó en su declaración que la mayoría de la población rechaza los llamados a la guerra civil, la desobediencia civil y el desacato a fallos judiciales. Insistió en que existe un amplio consenso en la necesidad de mejorar los vínculos entre las autoridades, basados en acuerdos amplios y en la legislación de las Leyes Básicas.
Además, Herzog sostuvo que este consenso exige un diálogo firme entre poderes, consciente de que la mejora del sistema de gobierno solo se alcanzará mediante acuerdos, cooperación y escucha activa.
El acto incluyó también la toma de juramento de jueces de instancias inferiores y de registradores superiores.
Unos dos meses atrás, Yitzhak Amit juró como presidente del tribunal en medio de fuertes protestas, situación que motivó el boicot por parte del primer ministro Benjamin Netanyahu, el presidente de la Knéset, Amir Ohana, y el ministro Levin.
Amit enfrenta acusaciones por conflicto de intereses y por omitir información sobre demandas personales presentadas bajo otro nombre. No obstante, la policía descartó iniciar una investigación al respecto.