Turquía dijo el viernes que Israel solo se perjudicará si reconoce el genocidio armenio, porque hacerlo socavaría el estatus especial del Holocausto.
“Creemos que si Israel pone los eventos de 1915 en el mismo nivel que el Holocausto se está perjudicando a sí mismo en primer lugar”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, Hami Aksoy, a los periodistas en Ankara.
Los legisladores del Knesset votaron el miércoles para debatir el reconocimiento del genocidio armenio en la cámara del parlamento, en medio de un punto más bajo en las relaciones con Turquía por la defensa de Érdogan de la violencia islamista en la frontera de Gaza.
El presidente de la Knéset, Yuli Edelstein, quien desde hace mucho se pronunció a favor del reconocimiento, de nuevo expresó su apoyo a la medida. Pero también expresó incomodidad con las llamadas públicas para reconocer el genocidio simplemente para fastidiar a Turquía y su líder belicoso, Recep Tayyip Erdogan.
“¿Desde cuándo Ankara tira de las cuerdas de mi moralidad?”, preguntó al presentar la moción de la líder del partido Meretz, Tamar Zandberg.
“La Knesset israelí debería reconocer el genocidio armenio porque es lo correcto, lo justo”, agregó Edelstein.
No se ha fijado una fecha para el debate.
Los armenios han buscado durante mucho tiempo el reconocimiento internacional de los homicidios de 1915-1917 en la era otomana como genocidio, que según dicen dejó unos 1,5 millones de muertos. Turquía, el Estado sucesor del Imperio Otomano, rechaza enérgicamente que las masacres, el encarcelamiento y la deportación forzada de armenios desde 1915 equivalgan a un genocidio.
“Los eventos de 1915 no son un tema político sino histórico y legal”, dijo Aksoy, sin comentar más.
Zandberg pidió el miércoles a todos los partidos políticos israelíes que apoyen el reconocimiento porque “hay cosas que están por encima de la política y hay cosas que están por encima de la diplomacia”.
Se burló de los esfuerzos por utilizar el reconocimiento como un golpe a Erdogan, diciendo que “los desastres de otra nación no son un juego político”.
El reconocimiento del genocidio armenio se plantea cada año en la Knesset, por lo general en forma de legislación propuesta en lugar de un llamado a debate, y ha sido derribado anualmente por los gobiernos en ejercicio desde 1989.
La negativa de Israel hasta el momento a reconocer formalmente la matanza armenia como genocidio se basa en consideraciones geopolíticas y estratégicas, principalmente entre ellas sus relaciones con Turquía. Estados Unidos también ha evitado el reconocimiento de los asesinatos en masa por evitar enojar a Turquía.
El debate del miércoles se produjo cuando las relaciones entre Israel y Turquía se agriaron drásticamente tras la violencia islamista en la frontera entre Israel y Gaza, que llevó a la muerte de decenas de palestinos, lo que generó una disputa diplomática en la que expulsaron o retiraron a los embajadores y cónsules generales de ambos países a sus respectivos países.
Erdogan también participó en un amargo intercambio de Twitter con el primer ministro Benjamin Netanyahu, a quien acusó de tener “la sangre de los palestinos” en sus manos, mientras que Netanyahu a cambio lo acusó de apoyar a Hamás y de ser un defensor de “masacres y terror”.