En medio de las crecientes amenazas entre Israel e Irán, el presidente ruso, Vladimir Putin, pidió el miércoles al primer ministro, Benjamin Netanyahu, evitar cualquier medida que pueda aumentar la inestabilidad en Siria.
En una llamada telefónica con Netanyahu, «Putin hizo hincapié en la importancia fundamental de respetar la soberanía de Siria, pidió que se abstenga de cualquier acción que pueda desestabilizar aún más la situación en este país y suponer una amenaza para su seguridad», informó la agencia oficial de noticias Sputnik.
Dijo que la llamada, que había sido por iniciativa del primer ministro israelí, abordó «el problema sirio… incluso en conexión con los recientes ataques con misiles en el aeródromo T-4 en Homs por parte de la Fuerza Aérea israelí».
Netanyahu dijo el lunes que Israel golpeará a cualquiera que pretenda dañar al estado judío, en una aparente referencia indirecta al ataque con misiles previos al amanecer en la base aérea, que habría matado a 14 personas, incluidos siete iraníes.
En línea con su política de ambigüedad sobre los ataques fuera de las fronteras del país, Israel se ha negado a comentar directamente sobre el ataque, a pesar de ser culpado por Rusia y Siria.
NBC News también citó a dos funcionarios estadounidenses que dijeron que Israel había llevado a cabo el ataque, y agregó que Washington fue informado con anticipación.
El martes, un alto asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, amenazó a Israel.
«Los crímenes no quedarán sin respuesta», dijo Ali Akbar Velayati durante una visita a Siria, según la agencia oficial de noticias de la República Islámica.
Los funcionarios israelíes no parecen tomar a la ligera la amenaza de un ataque de represalia, ya sea por parte de Irán, o su representante, el grupo terrorista Hezbolá, por lo que permanece en alerta máxima en el norte.
Israel ha expresado regularmente su preocupación por la presencia iraní en Siria, por temor al establecimiento a largo plazo de fuerzas hostiles en el país vecino.
La Fuerza Aérea de Israel realizó un ataque aéreo previo contra la base T-4, también conocida como Tiyas, el 10 de febrero, luego de que un operador iraní que operaba desde allí voló un avión teledirigido de fabricación iraní al territorio israelí.
Esa incursión desencadenó una serie de enfrentamientos aéreos que resultaron en el derribo del avión iraní, un F-16I israelí que fue alcanzado por el fuego antiaéreo sirio y se estrelló en un campo, y casi la mitad de las defensas antiaéreas de Siria fueron destruidas en represalia.