El ministro de Defensa, Yoav Gallant, visitó el pueblo druso de Majdal Shams, en el norte del país, para consolar a las familias en duelo tras un ataque con cohetes de Hezbolá que el sábado se saldó con la muerte de 12 niños en un campo de fútbol.
Durante su visita, Gallant expresó a los dolientes: “Para mí, no hay diferencia entre un niño judío asesinado en el sur de Israel el 7 de octubre y un niño druso asesinado en los Altos del Golán. Es lo mismo, son nuestros niños”.
Gallant también aseguró que tomarán todas las medidas necesarias para restaurar la seguridad y permitir que la vida continúe normalmente. “Hezbolá pagará un precio por ello; nuestras acciones lo dirán todo”, afirmó.
Anoche, el gabinete de seguridad autorizó a Gallant y al primer ministro Benjamin Netanyahu a decidir sobre la “forma y el momento” de la respuesta de Israel al ataque mortal.