Turquía asumirá la responsabilidad de los prisioneros del Estado Islámico (SIS) en una “zona segura” que pretende formar en Siria tras su incursión militar allí, dijo el ministro de Asuntos Exteriores el jueves, respondiendo a los temores de que los operativos puedan escapar del caos.
Turquía atacó a la milicia kurda en el noreste de Siria por segundo día consecutivo el jueves, obligando a decenas de miles de personas a huir, matando a docenas y provocando la condena internacional.
Esas milicias han estado reteniendo a miles de militantes del Estado Islámico en las cárceles y a decenas de miles de sus familiares en los campamentos de la región. Un alto funcionario kurdo advirtió que los combatientes podrían estallar a medida que la violencia se intensifica.
“Si los campos o prisiones de Daesh [Estado Islámico] están en la zona segura, somos responsables”, dijo el Ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, en una rara sesión informativa con los medios de comunicación internacionales.
Turquía pide a los países de origen de los prisioneros extranjeros del Estado Islámico de su zona que los acepten de nuevo. Si los países extranjeros se niegan, como muchos lo han hecho, “es nuestra responsabilidad que ellos [los prisioneros del Estado Islámico] rindan cuentas y no sean liberados”, dijo.
Turquía no será responsable de los prisioneros del Estado Islámico recluidos en otras partes de Siria, añadió.
El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan defendió la operación de Turquía en un feroz discurso el jueves, desestimando las críticas globales y amenazando con enviar a más de tres millones de refugiados sirios a Europa.
También reiteró un plan para asentar a millones de refugiados sirios en la “zona segura” en el noreste de Siria, y dijo que Turquía tiene la intención de lograrlo con fondos internacionales.
La Unión Europea ha dicho que no proporcionará ninguna ayuda financiera a Turquía para los planes. Pero Çavuşoğlu dijo que, si el bloque se niega a proporcionar ayuda, los refugiados “también serán su problema”.
“Esto no es chantaje ni nada de eso”, dijo Çavuşoğlu “Este es el desafío común que nuestras sociedades han estado enfrentando”.