Una investigación de la Fuerza Aérea de Israel sobre el derribo de un avión de combate F-16 durante el fin de semana encontró que los misiles antiaéreos sirios se engancharon a otro de los ocho aviones que realizaban el ataque, pero ese avión pudo evadir el misil.
Dos formaciones de cuatro aviones realizaron un ataque aéreo para tomar represalias por la infiltración de un drone iraní en el espacio aéreo israelí el sábado. Entre otras cosas, atacaron el centro de control y comando del avión no tripulado, así como otros objetivos iraníes y sirios.
Después de bombardear sus objetivos, los aviones de combate israelíes fueron atacados por la defensa aérea siria, con más de 20 misiles antiaéreos SA-5 y SA-17 lanzados contra ellos.
Un misil explotó cerca de uno de los aviones, lo que llevó al piloto y al navegante a eyectarse en cuestión de segundos, a pesar de no haber informado esto al sistema de comunicaciones.
Como el misil no impactó directamente al avión, algunas evaluaciones indican que si el piloto y el navegante hubiesen tomado un curso de acción diferente, el avión podría no haberse derribado. Sin embargo, aún no se llegó a conclusiones certeras al respecto.
La investigación inicial sobre el incidente descubrió que al menos uno de los jets F-16 estaba expuesto al fuego cuando volaba a gran altura para confirmar que los misiles que Israel había lanzado habían alcanzado sus objetivos.
El avión principal de la formación notó los misiles, pudo zambullirse a tiempo y evadirlos.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, expresó el domingo que Israel dio «golpes severos a las fuerzas armadas de Irán y Siria». Estos golpes incluyeron 12 objetivos en Siria, cuatro de ellos iraníes.
Uno de esos objetivos iraníes era la base aérea militar en Mezzeh, que está cerrada al ejército sirio. Los «consejeros» iraníes de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní se encuentran allí para supervisar la transferencia de equipos militares desde Teherán a Damasco y desde allí a Hezbolá en el Líbano.
Otro objetivo era la base aérea T-4 en la provincia oriental de Homs, a 60 kilómetros al este de Palmyra. Esta es la base aérea militar más grande de Siria, que alberga equipos de la Fuerza Aérea iraní. La base sufrió daños extensos, poniéndola fuera de servicio después de que su torre de control y 54 pistas sufrieran impactos directos.