La Fuerza Aérea de Israel realizó dos ataques en el norte de la Franja de Gaza el viernes por la noche, horas después de que un cohete disparado desde el territorio explotó en territorio israelí.
El ejército dijo que los aviones atacaron dos objetivos pertenecientes a la fuerza naval de Hamás. No hubo informes inmediatos de víctimas.
Ninguno israelí resultó herido por el cohete enviado desde Gaza. El lanzamiento activó las sirenas de advertencia de cohetes en el Consejo Regional de Eshkol, donde los informes de los medios de comunicación hebreos dijeron que cayó en un campo abierto.
El incidente se produjo después de que miles de terroristas musulmanes se congregaran para atacar la frontera de Gaza y dos hombres que, según las FDI, portaban un cuchillo y una granada de mano, fueron arrestados después de infiltrarse en Israel desde la franja norte.
Los dos infiltrados que atravesaron la valla de seguridad evadieron la captura durante aproximadamente media hora, lo que obligó a las Fuerzas de Defensa de Israel a traer tropas adicionales a la zona y a las comunidades locales para estar en alerta máxima y llamar a sus fuerzas de seguridad voluntarias. Tras su captura, los dos llevaban una granada de mano y un cuchillo.
Durante los choques fronterizos, los terroristas palestinos lanzaron piedras e improvisaron explosivos que lanzaron contra los soldados israelíes ubicados al otro lado de la valla de seguridad. Las tropas israelíes respondieron a los aproximadamente 8.000 musulmanes con gas lacrimógeno y, en algunos casos, dispararon, dijo el ejército.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, informó que una persona murió y que al menos 48 terroristas palestinos resultaron heridos por el fuego de represalia israelí.
Los ataques del viernes fueron parte de lo que los palestinos llaman la “Marcha de retorno”, una serie de hostilidades regulares a lo largo de la valla de seguridad que se han celebrado desde el 30 de marzo de 2018.
Los palestinos dicen que estas “protestas” son típicamente de naturaleza pacífica y reclaman su derecho a regresar a sus hogares familiares en Israel, Judea y Samaria (gran parte de la población de Gaza está formada por refugiados de la Guerra de Independencia de 1948) y por el fin del bloqueo israelí y egipcio del enclave, que los dos países dicen que es necesario para evitar que los grupos terroristas importen armas y material fácilmente.
Israel sostiene que los ataques son orquestados por Hamás, que las apoya vocalmente, envía autobuses gratuitos a la frontera y proporciona comida e internet a los participantes, así como dinero para los heridos en ellos, a fin de proporcionar una cobertura para las nefastas actividades de la organización a lo largo de la valla de seguridad, incluidos los intentos de infiltración, la colocación de explosivos y los ataques contra soldados israelíes.
El jueves, el primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió a Hamás que Israel respondería con dureza a cualquier otra violencia que emane de la Franja.