El viernes, un ataque aéreo israelí acabó con la vida de un comandante de Hamás en Sidón, una ciudad portuaria ubicada en el sur del Líbano, durante una operación conjunta llevada a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel y el servicio de seguridad Shin Bet.
Según una fuente de Hamás y otras dos fuentes de seguridad consultadas por Reuters, el guardaespaldas de Samer al-Hajj también sufrió heridas graves en la ofensiva. De acuerdo con un comunicado emitido por el ejército israelí y el Shin Bet, al-Hajj era responsable de “la preparación de ataques terroristas y el lanzamiento de proyectiles desde el Líbano hacia Israel”.
Al-Hajj se desempeñaba como comandante de las fuerzas militares de Hamás en el campo de refugiados palestinos de Ein al-Hilweh, cercano a Sidón, y era el encargado de “reclutar y entrenar a terroristas para atacar al Estado de Israel”, según la declaración israelí.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano informó que al-Hajj se encontraba en una camioneta cuando el vehículo fue alcanzado por dos misiles. Tras el ataque, los residentes de Ein el-Hilweh se manifestaron en las calles en contra de Israel, coreando lemas en apoyo a Hamás.
Además, las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron que la noche del viernes también lanzaron ataques contra objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano, incluyendo lanzacohetes en Kfarhamam que estaban listos para un ataque al norte de Israel. El ejército señaló que también atacaron otras infraestructuras de Hezbolá en Ayta ash-Shab, Markaba, Mhaibib y Kafr Kila.
Ese mismo día, Israel llevó a cabo otros ataques contra Hezbolá, matando a dos miembros en Naqoura, Líbano, mientras el grupo terrorista libanés continuaba con sus ataques de cohetes en el norte, causando daños materiales en Kiryat Shmona, aunque sin víctimas.
Desde el 8 de octubre, fuerzas lideradas por Hezbolá han estado atacando comunidades israelíes y puestos militares a lo largo de la frontera casi a diario, en apoyo a Gaza tras el brutal ataque terrorista de Hamás en el sur de Israel el día anterior.
La situación se ha tensado aún más después de que Israel matara al alto comandante Fuad Shukr el 30 de julio, en represalia por un ataque con cohetes de Hezbolá que se saldó con la muerte de 12 niños en los Altos del Golán. Hasta la fecha, los enfrentamientos han dejado un saldo de 26 civiles israelíes muertos, junto con 18 soldados y reservistas de las FDI. Además, se han registrado varios ataques desde Siria, aunque sin heridos.
Hezbolá ha reconocido la muerte de 403 de sus miembros a manos de Israel durante los enfrentamientos, la mayoría de ellos en el Líbano, aunque algunos también en Siria. Otros 70 miembros de distintos grupos terroristas, un soldado libanés y decenas de civiles también han perdido la vida en Líbano.