El Ministerio de Salud de Líbano informó el sábado que una persona murió tras un ataque israelí contra una vivienda en Wata al-Khiam, en el sur del país. Las autoridades no especificaron la identidad de la víctima, aunque calificaron el hecho como un “ataque enemigo israelí”.
Posteriormente, las Fuerzas de Defensa de Israel confirmaron la operación militar y declararon que el blanco fue un integrante de la unidad de misiles antitanque de Hezbolá. Este tipo de ataques se enmarca dentro de lo estipulado por el acuerdo de alto el fuego firmado en noviembre de 2024, el cual faculta a Israel a responder ante amenazas inminentes provenientes del Líbano.
Dicho acuerdo puso fin a más de un año de enfrentamientos y estableció la retirada de Hezbolá del sur del país. También otorgó a Israel un plazo de 60 días para retirarse de la zona, con el fin de permitir el despliegue del ejército libanés y de fuerzas internacionales. Hasta el momento, Israel ha evacuado todos los puntos de observación, salvo cinco ubicados en la línea fronteriza.
El presidente libanés, Joseph Aoun, afirmó el viernes que la presencia militar israelí en el sur del país ha impedido el posicionamiento efectivo de sus propias fuerzas armadas. Aunque expresó disposición para mantener relaciones pacíficas con Israel, sostuvo que la normalización de vínculos diplomáticos no se encuentra actualmente entre los planes del gobierno.
Aoun reiteró que el Ejecutivo libanés mantiene la decisión de monopolizar el uso legítimo de las armas, en referencia directa al armamento que conserva Hezbolá. El gobierno ha implementado medidas para desmantelar las estructuras del grupo terrorista en el sur del país, con reportes que indican la incautación de una porción significativa de su arsenal.
Desde el 8 de octubre de 2023, Hezbolá ha lanzado ataques diarios con cohetes contra el norte de Israel. Estos comenzaron sin provocación aparente, un día después de que Hamás asesinara a unas 1.200 personas y capturara a 251 rehenes durante su incursión en el sur israelí, lo que desencadenó la guerra en Gaza. Ambos grupos cuentan con respaldo iraní.
Los bombardeos forzaron la evacuación de aproximadamente 60.000 residentes israelíes en el norte del país. Como parte de su estrategia para facilitar el retorno de la población civil, Israel aumentó las operaciones en el Líbano desde septiembre, lo que derivó en dos meses de enfrentamientos armados con Hezbolá, durante los cuales parte de su cúpula fue eliminada.