Recientemente, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo operaciones en el sur del Líbano, impactando un complejo militar clave de la fuerza de élite Radwan de Hezbolá en Khiam.
Este complejo estaba compuesto por siete edificios utilizados por el grupo terrorista. Además, un centro de mando de Hezbolá en Toura fue objetivo de los ataques israelíes.
Previo a estos ataques, se registró una intensa andanada de cohetes lanzada desde territorio libanés hacia los Altos del Golán y la región de Manara, en Israel.
Respondiendo a esta agresión, las FDI ejecutaron bombardeos sobre los puntos de lanzamiento ubicados en Kawkaba y Mays al-Jabal, buscando neutralizar la amenaza inmediata y disuadir futuras agresiones.