Aviones de combate F-15 israelíes escoltaron el lunes a un bombardero B-52 estadounidense mientras atravesaba el espacio aéreo israelí de camino al Golfo Pérsico, en una aparente demostración de fuerza ante Irán en medio de las persistentes tensiones en la región.
“El vuelo se realizó en el marco de una estrecha cooperación con el ejército estadounidense, que representa un elemento importante para garantizar la seguridad del espacio aéreo del Estado de Israel y de Oriente Medio”, dijeron las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado.
El B-52H Stratofortress, capaz de transportar un arma nuclear, voló desde su base en el Reino Unido, a través del Estrecho de Gibraltar, sobre el Mediterráneo, a través del espacio aéreo israelí y sobre el Mar Rojo, antes de viajar de vuelta por aproximadamente la misma ruta hacia el Reino Unido, como pudo verse en el software público de seguimiento de vuelos.
El ejército estadounidense dijo que el vuelo pretendía demostrar la “capacidad de la Fuerza Aérea de EE. UU. para operar sin problemas a través de los mandos de combate”. Dijo que el B-52 también fue acompañado por dos aviones de combate F/A-18 Hornet.
Los aviones israelíes que escoltan a los bombarderos estadounidenses se han convertido en un elemento habitual en los cielos de Oriente Medio en los últimos meses, al aumentar las tensiones entre Teherán y Occidente, mientras se intenta negociar un nuevo acuerdo nuclear para evitar que la República Islámica obtenga un arma atómica a cambio de un alivio de las sanciones.
Israel, que no forma parte de las conversaciones, ha mantenido su libertad para actuar contra el programa nuclear de Teherán si lo considera necesario.
Para ello, la Fuerza Aérea de Israel ha comenzado a realizar ejercicios que simulan ataques contra instalaciones nucleares iraníes, y un oficial militar estadounidense habría observado un ejercicio reciente.
En las últimas semanas, también se ha observado un notable aumento de los ataques de la milicia Hutí respaldada por Irán en Yemen contra los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, dos aliados clave de Estados Unidos en la región.