Cinco palestinos armados murieron el miércoles en una redada antiterrorista israelí que se extendió por 12 horas en el norte de Judea y Samaria, según informó el ejército israelí. Durante la operación, cuatro soldados israelíes resultaron heridos por la explosión de una bomba al costado del camino.
La operación tuvo lugar en las localidades de Tubas, Tamun y el campo de refugiados de Far’a, ubicados cerca del valle del Jordán, a unos 15 kilómetros al noreste de Nablús. Las tropas israelíes ingresaron en estas áreas con el objetivo de detener a palestinos buscados y desmantelar grupos terroristas, según indicaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
En Tubas, un artefacto explosivo impactó un vehículo militar, hiriendo a cuatro soldados; dos de ellos resultaron con heridas moderadas y los otros dos sufrieron lesiones leves, detallaron las FDI.
Además, en esa misma localidad, un alto miembro de un grupo terrorista fue abatido en un intercambio de disparos con las fuerzas israelíes. Otros palestinos armados también resultaron heridos en los enfrentamientos.
Por otro lado, en Tamun, las FDI llevaron a cabo un ataque con drones contra un grupo de palestinos armados, lo que se saldó con la muerte de cuatro de ellos.
Medios palestinos confirmaron cinco bajas en la operación, y Hamás identificó a uno de los muertos como miembro de su organización. Las tropas israelíes confiscaron cinco rifles de asalto M-16, una metralleta improvisada y otros dispositivos explosivos durante la redada.
Asimismo, las FDI informaron la detención de tres palestinos buscados durante la operación, que fue ejecutada por la Unidad de Comando Duvdevan, junto con soldados de la Brigada de Infantería Kfir, la Unidad de Recopilación de Inteligencia de Combate 636, y oficiales de la Policía Fronteriza, la Unidad de élite Metzada del Servicio Penitenciario de Israel (IPS) y el Shin Bet, la agencia de seguridad interna.
La participación de la unidad de élite del IPS en redadas de Judea y Samaria es poco común, lo que convierte a esta operación en un caso excepcional en el que cuatro cuerpos de seguridad israelíes trabajaron conjuntamente.
Las tensiones entre Israel y Judea y Samaria han escalado desde el 7 de octubre, cuando terroristas de Hamás cruzaron la frontera desde Gaza hacia Israel, matando a unas 1.200 personas y secuestrando a 251.
Desde entonces, las fuerzas israelíes han arrestado a aproximadamente 4.400 palestinos en Judea y Samaria, entre ellos más de 1.850 miembros de Hamás. Durante este período, según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina, más de 590 palestinos han muerto en Judea y Samaria, aunque las FDI sostienen que la mayoría eran combatientes armados abatidos en enfrentamientos, alborotadores o terroristas involucrados en ataques.
En paralelo, en Israel y Judea y Samaria han muerto 26 personas, entre civiles y personal de seguridad israelí, en ataques terroristas. Otros cinco miembros de las fuerzas de seguridad de Israel han perdido la vida en enfrentamientos con terroristas en Judea y Samaria.