La guerra en el norte de Israel con Hezbolá impulsa el incremento en las donaciones civiles, esenciales para abastecer a los soldados desplegados.
Incremento en las solicitudes de ayuda para soldados israelíes en el norte
Con las crecientes tensiones entre Israel y Hezbolá, las donaciones civiles se han vuelto fundamentales para abastecer a los soldados israelíes. Adi Vaxman, directora de la iniciativa Operación Israel, con sede en Estados Unidos, mencionó que las solicitudes de suministros han aumentado significativamente en los últimos días. Según Vaxman, la demanda se ha triplicado, y en septiembre las solicitudes podrían duplicar las 15.000 registradas en agosto.
El apoyo civil ha sido crucial desde el inicio de la guerra en Gaza, pero la guerra en el norte, contra un enemigo con mayores capacidades como Hezbolá, ha creado nuevas demandas logísticas. Para hacer frente a la creciente necesidad de equipo militar, el Fondo Discrecional para Israel, liderado por Daniel Polisar, lanzó una campaña de recaudación de 8 millones de dólares. El monto refleja los cálculos del equipo necesario, que incluyen drones, ahora distribuidos por el ejército israelí.
Polisar advirtió que los soldados no estaban preparados para una posible escalada, lo que ha hecho que sus predicciones se acerquen a la realidad a medida que la situación se deteriora. Los ataques israelíes contra Hezbolá, incluyendo la muerte de altos comandantes como Ibrahim Aqil, y las represalias con cohetes lanzados desde el Líbano, subrayan la gravedad de la guerra.
Soldados solicitan equipos especializados para enfrentar a Hezbolá
A medida que la guerra se intensifica, los soldados israelíes han comenzado a solicitar más artículos especializados para combatir en el terreno del norte. La guerra contra Hezbolá se desarrolla en una zona más extensa que Gaza, con condiciones diferentes que complican las operaciones. Entre los artículos más demandados están cascos, placas de cerámica y redes de protección contra drones enemigos.
Hezbolá también emplea drones que lanzan bombas sobre posiciones israelíes, lo que ha obligado a las tropas a solicitar sistemas de defensa especializados. Además, las bajas temperaturas del invierno en las zonas montañosas del norte de Israel y el sur del Líbano representan un desafío adicional para los soldados, quienes han pedido cámaras de vigilancia adaptadas a la difícil geografía.
En este contexto, los judíos de la diáspora han sido fundamentales en proporcionar los recursos necesarios para adquirir equipo, respondiendo a los llamados con generosidad, aunque con preocupación por la capacidad del ejército israelí para autoabastecerse. Polisar, en un mensaje a sus donantes, destacó la magnitud de la guerra y el esfuerzo del ejército por incrementar sus compras para cubrir las necesidades de los soldados.
Los esfuerzos por detener las donaciones se han relajado ante la necesidad
Polisar reconoció que, aunque el ejército israelí ha mejorado sus esfuerzos para equipar a las tropas, aún existen áreas críticas en las que no se ha logrado garantizar la seguridad y efectividad de los soldados. Según explicó, en un escenario ideal, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se encargarían completamente de abastecerse, pero las circunstancias actuales obligan a recurrir al apoyo civil.
Una señal de la necesidad urgente de más equipamiento es el relajamiento en la postura del ejército sobre las donaciones civiles. En julio, el entonces comandante de las fuerzas terrestres de Israel, Tamir Yadai, había emitido una orden para detener el flujo de donaciones, advirtiendo a las tropas sobre la aceptación de suministros y ordenando confiscar el equipo que no cumpliera con los estándares de las FDI.
Sin embargo, desde la dimisión de Yadai, los oficiales han dejado de aplicar estrictamente esas medidas, permitiendo que los grupos civiles continúen su labor de apoyo. Esta relajación refleja la gravedad de la guerra en el norte y la necesidad de equipar adecuadamente a los soldados que enfrentan a un enemigo bien armado como Hezbolá.
la guerra con Hezbolá se agrava y aumenta la necesidad de apoyo civil
Durante el fin de semana, las tensiones aumentaron considerablemente cuando Israel lanzó ataques sobre posiciones de Hezbolá dentro del Líbano, incluyendo la capital, Beirut. Israel también atacó una reunión de comandantes de Hezbolá que, según informes, planeaban una incursión en el norte de Israel, similar a los ataques del 7 de octubre lanzados por Hamás.
En respuesta, Hezbolá disparó decenas de cohetes contra territorio israelí, lo que provocó varios heridos y desató incendios en áreas habitadas. Aunque no está claro si la guerra desembocará en una guerra terrestre, las tropas israelíes temen que cualquier esfuerzo por asegurar la frontera implique una invasión del Líbano.
La magnitud de la guerra en el norte, junto con el uso avanzado de drones y la geografía difícil, ha incrementado la demanda de equipos especializados. Los civiles continúan desempeñando un papel fundamental para garantizar que las tropas tengan los suministros necesarios para enfrentarse a un enemigo cada vez más poderoso.