Diez ciudadanos británicos que sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel enfrentan una denuncia formal por crímenes de guerra, según informó The Guardian.
Michael Mansfield, abogado involucrado en el caso, aseguró que los ciudadanos británicos tienen una responsabilidad legal clara ante las violaciones cometidas en Palestina. Remarcó que ningún individuo está exento de la ley.
El sistema judicial del Reino Unido debe actuar cuando uno de sus ciudadanos incurre en delitos graves. Aunque las acciones de otros gobiernos no se puedan controlar, sí resulta posible sancionar a quienes representan al país y violan el derecho internacional.
El documento de 240 páginas se entregará a la unidad especializada en crímenes de guerra de la Policía Metropolitana de Londres. La denuncia sostiene que soldados británicos ejecutaron civiles y trabajadores humanitarios con francotiradores, además de participar en ataques indiscriminados contra zonas residenciales, incluidas instalaciones médicas.
Los acusados, entre los que figuran oficiales y personas con doble nacionalidad, no han sido identificados públicamente por restricciones legales, señaló el medio británico.
Entre octubre de 2023 y mayo de 2024 se documentaron los hechos que sustentan la denuncia, elaborada por el Centro Palestino de Derechos Humanos, con sede en Gaza, y el Centro Legal de Interés Público del Reino Unido.
El gobierno israelí rechaza las acusaciones de haber atacado a civiles y sostiene que los terroristas de Hamás utilizan hospitales, escuelas y otras infraestructuras civiles como base para planificar y ejecutar sus operaciones.