Los fiscales militares formularon ayer cargos contra cuatro soldados sospechosos de participar en el tráfico de armas desde Siria hacia Israel. La FDI confirmó que otros dos uniformados serán imputados a comienzos de la próxima semana, como parte de la misma investigación por contrabando de armamento a través de la frontera norte.
El inicio de la semana trajo el anuncio conjunto del Shin Bet, las FDI y la policía sobre la detección de una red que introducía armas en el norte de Israel. Las autoridades detuvieron a doce personas: cinco militares —en servicio activo y reservas—, cuatro civiles israelíes y tres ciudadanos sirios, arrestados durante el último mes tras una extensa pesquisa.
Las acusaciones formales contra los tres sirios y cuatro israelíes, todos pertenecientes a la comunidad drusa, se presentaron el jueves en el Tribunal de Distrito de Nazaret. Los cargos incluyen tráfico de armas y colaboración con una organización ilegal dedicada al contrabando entre Siria e Israel.
Ante una consulta oficial, las FDI confirmaron que la Fiscalía Militar imputó el viernes a cuatro de los cinco soldados detenidos. El proceso se llevó a cabo en un tribunal militar, donde los acusados enfrentan cargos vinculados al tráfico y posesión ilegal de armamento.
El ejército informó que a comienzos de la próxima semana se acusará a otros dos soldados más. Uno permanece bajo custodia militar, mientras que el otro cumple arresto domiciliario y no figuraba entre los doce sospechosos arrestados inicialmente durante la operación conjunta.
La investigación fue desarrollada por el Shin Bet, la Unidad Internacional de Crímenes de la policía y la Unidad de Investigación de la Policía Militar, en coordinación con la Fiscalía del Estado y la Fiscalía Militar. Las autoridades indicaron que la cooperación permitió descubrir los canales logísticos y financieros de la red.
De acuerdo con el Shin Bet, los soldados cruzaron en repetidas ocasiones la frontera siria cerca de la localidad drusa de Hader para introducir armas destinadas a grupos criminales del norte de Israel. La agencia detalló que “trabajaron para traer un arsenal inusualmente grande y excepcional de armas, incluyendo explosivos, RPG, fusiles de asalto y una gran cantidad de munición adicional”.
