Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron haber matado a aproximadamente 3,800 agentes de Hezbolá durante las hostilidades en el Líbano, incluidos 2,762 que murieron en la ofensiva terrestre iniciada a finales de septiembre. Además, miles más resultaron heridos en los enfrentamientos.
Desde el cese al fuego, al menos 44 miembros de Hezbolá han sido abatidos por las FDI, quienes argumentan que estas muertes ocurrieron debido a violaciones del alto el fuego, al encontrarse en el sur del Líbano o en sitios asociados con la organización.
El ejército confirmó la eliminación de la mayoría de los altos mandos de Hezbolá, con 13 líderes y el exdirigente Hassan Nasrallah entre los muertos.
En términos de capacidad armamentística, las FDI estiman haber destruido cerca del 70% de las armas estratégicas de Hezbolá, incluyendo misiles de largo alcance, sistemas antiaéreos y misiles antibuque. También afirman haber neutralizado alrededor del 75% de los lanzacohetes de corto alcance.
Según las evaluaciones militares, Hezbolá se encuentra ahora debilitado al punto de no poder realizar ataques significativos contra Israel.