Un grupo de israelíes accederá esta semana a las antiguas Piscinas de Salomón, situadas cerca de Belén en el área A de Judea y Samaria, bajo control de la Autoridad Palestina. Las Fuerzas de Defensa de Israel aprobaron esta inusual visita, que tendrá lugar durante la festividad judía de Pésaj.
La Escuela de Campo Kfar Etzion organizó la excursión con apoyo logístico del ejército. Los participantes viajarán en autobuses blindados y contarán con guías especializados, según informó el centro educativo en un comunicado reproducido por Ynet. El portavoz militar confirmó que todos los detalles reportados son exactos.
De acuerdo con los Acuerdos de Oslo, Judea y Samaria se divide en tres zonas. Las Piscinas de Salomón se encuentran en el Área A, donde los israelíes solo pueden entrar con autorización previa de las FDI, que ocasionalmente permiten visitas con fines culturales o religiosos, como ocurre con la Tumba de José en Nablús.
Aunque su nombre sugiere otra época, las piscinas no se remontan al reinado del rey Salomón. Fueron construidas aproximadamente mil años después, en tiempos del rey Herodes, quien gobernaba Judea bajo dominio romano. Así lo explicó el arqueólogo David Gurevich, director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Ariel.
Gurevich señaló que el sistema de tres grandes estanques formaba parte de un complejo de acueductos que abastecía de agua a Jerusalén y al palacio de Herodes, el Herodión. El agua se canalizaba desde varios manantiales y podía dirigirse tanto hacia el Monte del Templo como hacia las residencias reales.
El ejército prohíbe normalmente el acceso de civiles israelíes a zonas bajo administración palestina, pero hace excepciones por motivos religiosos o patrimoniales. En este caso, se trata de una oportunidad poco común para conocer de primera mano un lugar de gran relevancia arqueológica e histórica.
La municipalidad de Belén también promueve el sitio como una atracción turística. En su web destaca la importancia de las piscinas y su relación con el legado de Jerusalén. Junto a ellas se ubica Qal’at al Burak, un castillo otomano construido en el siglo XVII para proteger el suministro de agua.
Para los organizadores, el recorrido representa una ocasión única para celebrar la historia judía en un entorno natural. “Es una forma de conectar con miles de años de herencia durante la Pascua”, afirmaron desde la Escuela de Campo Kfar Etzion.