Las FDI confirman que doce altos cargos hutíes murieron en un ataque aéreo en la zona de Saná la semana pasada, incluido el primer ministro del grupo, y afirman que su líder, Abdul Malik al-Hutí, sigue siendo un objetivo para su eliminación.
El ataque, ejecutado el jueves, tuvo como objetivo la infraestructura militar empleada por altos comandantes militares hutíes y ministros del gobierno, presuntamente implicados en la dirección de operaciones terroristas contra Israel.
Según las FDI, los hutíes utilizan sistemáticamente la infraestructura civil como cobertura para actividades militares, desviando aproximadamente 1$500 millones hacia armas y operaciones terroristas en detrimento de la población local.
Además de perpetrar ataques contra Israel, el grupo respaldado por Irán también ha intentado perturbar las rutas marítimas internacionales en el mar Rojo para socavar el comercio global.
Las FDI indican que las evaluaciones del ataque aún están en curso.