Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) demolerán las viviendas de dos terroristas palestinos acusados de un ataque de apuñalamiento contra el estudiante de yeshivá y soldado fuera de servicio Dvir Sorek, después de que se desestimara un recurso contra la medida.
El cuerpo de Sorek fue encontrado a principios de agosto en las afueras del poblado de Migdal Oz, al sur de Jerusalén; Nasir y Qasseem Asafra fueron capturados por las fuerzas israelíes días después y acusados de atacar a Sorek después de que éste bajara de un autobús a altas horas de la noche.
Los militares notificaron a las familias de los terroristas sus intenciones de demoler las viviendas de la aldea de Beit Khalil, situada en la zona de Hebrón, a principios de este mes, y les dieron la oportunidad de apelar la decisión.
“Las órdenes de demolición se firmaron después de que los llamamientos de las familias contra las demoliciones fueron rechazados”, dijo el martes el ejército.
No está claro de inmediato cuándo cumplirán las órdenes los militares.
El cuerpo de Sorek, de 18 años de edad, fue encontrado en la madrugada del 8 de agosto en un camino que conduce al seminario religioso de Migdal Oz, donde estudiaba como parte de hesder, un programa que combina el servicio militar con el estudio judío.
Los terroristas huyeron de la escena tras el atentado, llevando a las fuerzas de seguridad en una cacería de 48 horas antes de que los sospechosos fueran arrestados en Beit Kahil aproximadamente a las 3 de la madrugada del día siguiente.
El hermano de Nazir, Akrama, y la esposa de Qassem, Ines, también fueron arrestados en la redada.
Un vehículo perteneciente a uno de los sospechosos también fue confiscado en la redada conjunta entre el Shin Bet, la policía y las FDI. El ejército dijo que el coche fue “presumiblemente” utilizado en el ataque.
Israel dice que la práctica de demoler las viviendas de los terroristas es un medio eficaz para desalentar futuros ataques, aunque ha sido criticada por grupos de derechos humanos como una forma de castigo colectivo y por algunos analistas como una medida disuasoria ineficaz.