Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) llevaron a cabo la demolición de la vivienda en Judea y Samaria perteneciente a Osama Bani Fadl, un islamista palestino implicado en el ataque terrorista que costó la vida a un padre y a su hijo israelíes en agosto, según informes de medios de comunicación hebreos.
La operación se desarrolló en la localidad de Aqraba, donde las tropas de las FDI destruyeron la residencia de Bani Fadl. Este individuo había sido detenido por su participación en el asesinato a tiros de Shay Silas Nigreker, de 60 años, y su hijo Aviad Nir, de 28, quienes eran residentes de Ashdod. El ataque islamista tuvo lugar en un túnel de lavado en la localidad de Huwara, al sur de Naplusa.
La detención de Bani Fadl ocurrió en una redada en Jenín en noviembre, donde fue encontrado escondido en un ático detrás de una puerta oculta tras una doble pared, en posesión de un fusil M-16, cargadores y una bandera de Hamás, según imágenes difundidas por las FDI.
Es importante señalar que las autoridades israelíes suelen tomar medidas punitivas, como la demolición de viviendas, incluso antes de una condena en casos de atentados terroristas. Argumentan que esta práctica sirve como medida disuasoria contra futuros actos violentos y subrayan la importancia de actuar con rapidez, ya que consideran que el factor disuasorio se debilita con el tiempo.
No obstante, esta acción ha sido objeto de debate a lo largo de los años, con críticas provenientes de grupos izquierdistas y activistas de derechos humanos que la consideran un castigo colectivo injusto.