Las Fuerzas de Defensa de Israel demolieron el sábado en Qubeiba, cerca de Ramallah, la vivienda de Muthanna Amro, uno de los dos palestinos que ejecutaron el 6 de septiembre un ataque con armas de fuego en el cruce de Ramot, en Jerusalén, en el que murieron seis personas. Amro tenía 20 años y actuó junto a Mohammad Taha, de 21 años, de la ciudad cercana de Qatanna.
La vivienda de Taha ya fue inspeccionada y sellada de forma provisional para su futura demolición. El alcalde de Qubeiba, Nafiz Hamouda, informó que las fuerzas israelíes notificaron con diez días de antelación su intención de derribar la propiedad y que la acción produjo daños en al menos cuatro casas contiguas. “Anoche vinieron y hoy al amanecer voló la casa”, dijo.
La agencia oficial Wafa informó que una gran fuerza militar ingresó a la ciudad, rodeó la vivienda y evacuó a los residentes cercanos antes de detonar el edificio. Esta política se aplica en Israel a los palestinos acusados de atentados terroristas mortales, con el objetivo de impedir futuros ataques mediante el impacto sobre las familias de los atacantes, según funcionarios israelíes.
La Asociación por los Derechos Civiles en Israel envió una carta a la fiscal general Gali Baharav-Miara tras el sellado previo de las viviendas, en la que afirmó: “El castigo colectivo está prohibido tanto por la ley israelí como por el derecho internacional humanitario. Tales acciones constituyen crímenes de guerra”. La Procuraduría general declinó responder a la misiva.
Desde el inicio de la guerra de Gaza tras los ataques liderados por Hamás el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel, la violencia en Judea y Samaria ha causado casi 1.000 muertes palestinas según el Ministerio de Salud de la Autoridad Palestina. Las FDI sostienen que la mayoría eran hombres armados, alborotadores o terroristas abatidos en enfrentamientos.
En el mismo período, 61 personas, entre ellas personal de seguridad israelí, murieron en atentados terroristas en Israel y en Judea y Samaria. Ocho miembros adicionales de las fuerzas de seguridad israelíes murieron en enfrentamientos con atacantes en la misma región.