El comandante del Comando Central de las FDI, Avi Bluth, desestimó la petición de un menor expulsado de Judea y Samaria por una orden administrativa. El joven solicitó permiso para asistir a su yeshivá, prepararse para los exámenes de matriculación y cumplir con estrictas medidas de supervisión, como regresar a casa cada noche. La solicitud, presentada por el abogado Adi Kedar de Honenu, garantizaba el control del personal docente.
Las FDI justificaron su negativa con información de inteligencia reciente, sólida y confiable. Según la respuesta oficial, el menor constituye un riesgo significativo para la seguridad de la región. La institución afirmó que, aunque se evaluaron las afectaciones a los derechos individuales, la prioridad recae en la seguridad. Además, señalaron que el menor participa en disturbios violentos, provoca incendios y daña propiedades palestinas en Judea y Samaria.
Hace dos meses, Bluth emitió una orden que expulsó al menor de la región y le impuso arresto domiciliario nocturno por seis meses. Desde entonces, la familia del joven denunció hostigamiento por parte de policías que verifican el cumplimiento del arresto en horarios nocturnos. Los familiares calificaron estas acciones como intimidación excesiva.
La madre del menor expresó indignación ante la decisión: «En Israel 2025, resulta intolerable que se vulnere el derecho a la educación de un joven y se comprometa su futuro. Las autoridades violan desproporcionadamente los derechos humanos de nuestra familia sin audiencia, pruebas ni juicio. En semanas recientes, se reveló quién emite órdenes malintencionadas y qué las motiva.
Esto es acoso arbitrario, impulsado por el odio a los judíos que residen en Judea y Samaria, sin relación con la realidad. Exijo la cancelación inmediata de la orden».
Por su parte, el abogado Adi Kedar condenó la postura de Bluth: «La decisión, respaldada por la ISA, intensifica el hostigamiento sistemático contra los judíos que residen en Judea y Samaria. Resulta particularmente grave que se niegue a menores la posibilidad de presentarse a exámenes de matriculación, afectando su desarrollo académico y personal».