MG Avi Bluth, comandante del Comando Central de las Fuerzas de Defensa de Israel, sostuvo el jueves una sesión informativa con altos mandos de su unidad. En la reunión, analizó una cadena de incidentes inusuales registrados durante la última semana dentro de su jurisdicción.
Durante esa jornada, el Mayor general se desplazó al lugar donde, el miércoles, civiles israelíes protagonizaron un ataque que culminó con el incendio de un vehículo policial. Allí, entabló contacto con oficiales del distrito de Judea y Samaria para evaluar los hechos directamente.
Estos episodios, calificados como excepcionales, deben recibir un tratamiento con el máximo rigor, según Bluth. En su declaración, recalcó que las fuerzas de seguridad mantendrán una coordinación plena para asegurar el orden y la protección de la zona.
Al referirse a los operativos realizados durante el Ramadán, Bluth destacó que, aunque el periodo transcurre sin mayores sobresaltos, persisten incidentes fuera de lo común. Lamentó la conducta de soldados de reserva en Dheisheh, donde se registraron actos de vandalismo y grafitis durante una operación militar. Rechazó por completo esas acciones y aseguró que no representan los valores de las FDI. Afirmó que ningún soldado puede actuar al margen de las órdenes y que este tipo de conductas será erradicado con rapidez y sin ambigüedades.
Sobre el ataque perpetrado por civiles israelíes, Bluth fue tajante: no se tolerará el incendio de vehículos policiales. destacó que este tipo de actos traspasa una línea roja y se juzgará con total seriedad. Denunció la acción como una muestra de ingratitud inaceptable. Reafirmó el compromiso de las fuerzas con el cumplimiento de la ley, la lucha contra el terrorismo y la defensa del orden, siempre con determinación, juicio firme y respeto por la condición humana.