Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ejecutaron una operación terrestre en Gaza, atacando posiciones del grupo terrorista Hamás y preparando el escenario para futuras fases de conflicto.
El jueves por la mañana, se informó que las FDI habían llevado a cabo una “incursión selectiva” en Gaza durante la noche anterior. Esta maniobra involucró fuerzas de infantería y unidades blindadas y se concentró en el sector norte de la Franja de Gaza. La acción representa uno de los movimientos terrestres más significativos desde el comienzo del conflicto actual, enmarcado en los preparativos para una potencial ofensiva a gran escala contra Hamás, la entidad terrorista en control de Gaza.
La operación, coordinada por la brigada de infantería Givati y la 162.ª División Blindada, tuvo múltiples objetivos, incluyendo la neutralización de terroristas, la destrucción de infraestructuras esenciales y posiciones de lanzamiento de misiles antitanque. Estos esfuerzos estaban orientados a configurar el campo de batalla para operaciones subsiguientes, como confirmaron las autoridades de las FDI.
Posteriormente a la incursión, las tropas retornaron sin bajas a territorio israelí. El contralmirante Daniel Hagari, portavoz de las FDI, precisó que durante la incursión se lograron eliminar amenazas directas, desactivar dispositivos explosivos y contrarrestar potenciales emboscadas, todo como preludio de las próximas etapas del conflicto.
Este evento se distingue de las incursiones más reducidas y frecuentes que las FDI han estado ejecutando cerca de la frontera, acciones principalmente dirigidas a la recuperación de cuerpos de ciudadanos israelíes y la eliminación de explosivos dejados por los terroristas de Hamás desde el ataque del 7 de octubre.
En el contexto más amplio, Israel mantiene su postura de que su lucha es contra la infraestructura de Hamás, respaldado por Irán, con la intención declarada de desmantelar la organización terrorista, especialmente tras los eventos violentos del 7 de octubre, buscando simultáneamente minimizar el impacto sobre los civiles en Gaza.
En una escalada reciente, Hamás, junto con otros grupos terroristas, orquestó un asalto masivo, involucrando aproximadamente a 2.500 terroristas, que cruzaron la frontera de Gaza hacia Israel, masacraron a más de 1.400 personas y capturaron 228 rehenes, bajo la cobertura de un intenso lanzamiento de cohetes hacia localidades israelíes.
Como parte de las tácticas en desarrollo, las FDI han instado a los civiles en el norte de Gaza a desplazarse hacia el sur, anticipando operaciones intensificadas en las proximidades de la ciudad de Gaza. En las últimas 24 horas, aeronaves israelíes han golpeado más de 250 sitios vinculados a Hamás, incluyendo infraestructuras clave, centros de comando y control, túneles y bases de lanzamiento de cohetes.
Complementariamente, las fuerzas navales de Israel neutralizaron una plataforma de lanzamiento de misiles de Hamás localizada cerca de instalaciones civiles en Jan Yunis, demostrando la continuidad de las operaciones militares en diversas frentes.
Desde el inicio del conflicto actual, la Fuerza Aérea israelí ha atacado más de 10,000 emplazamientos de Hamás y otros grupos terroristas. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, los ataques han causado 6,546 muertes, incluyendo civiles y niños. Estas cifras, presentadas por la organización terrorista, carecen de verificación independiente.
Se anticipa un aumento en el número de muertes con el próximo lanzamiento de la ofensiva terrestre de Israel. Las fuerzas armadas enfrentarán desafíos significativos, como una red subterránea de túneles, trampas explosivas y combates en áreas urbanas densas en Gaza.
Desde el 7 de octubre, Gaza ha visto el lanzamiento de miles de cohetes hacia Israel, provocando muertes y heridas. Tras una breve pausa, los ataques de cohetes se reanudaron recientemente.
En preparación para la escalada, se ha evacuado a civiles de áreas israelíes clave, mientras las tropas se acumulan en la frontera con Gaza. El teniente general Herzi Halevi mencionó que el retraso en la ofensiva completa se debe a “consideraciones tácticas y estratégicas”.
Informes recientes indican que Israel aceptó una solicitud de Estados Unidos para posponer la incursión, permitiendo tiempo para fortalecer las defensas antiaéreas de EE. UU. en la región. Además, hay preocupaciones sobre la claridad de los objetivos militares de Israel y su preparación para la incursión.
Paralelamente, se han realizado negociaciones intensivas para la liberación de rehenes retenidos por Hamás, con algunos éxitos recientes como la liberación de cuatro individuos.
El primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó que la ofensiva terrestre es inminente, reiterando el compromiso de desmantelar Hamás y rescatar a los rehenes. Sin embargo, se abstiene de proporcionar detalles específicos para proteger la seguridad operacional.
En un giro de eventos, Saleh al-Arouri, alto funcionario de Hamás, declaró que las verdaderas batallas aún no han comenzado.