Los medios de comunicación libaneses informaron el sábado de que fuerzas de las FDI dispararon granadas de humo contra soldados libaneses que acompañaban a una excavadora libanesa.
Según las FDI, las granadas de humo fueron disparadas hacia el bulldozer, con el fin de distanciarlo.
Las FDI también dijeron que las fuerzas utilizaron métodos de dispersión de disturbios contra un vehículo de ingeniería que había sido identificado por puestos de observación, después de que la pala del vehículo cruzara la Línea Azul desde el Líbano hacia la región del Monte Dov. El vehículo retrocedió hasta territorio libanés.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) respondió: “Estamos en el lugar de los hechos y en contacto con todas las partes, para reducir las tensiones en el sur del Líbano y evitar malentendidos”.
A principios de este año, los puestos militares de Hezbolá instalados ilegalmente en territorio israelí soberano se situaron a unos 30 metros dentro del territorio israelí, y se colocaron generadores para permitir a los terroristas de Hezbolá permanecer en el recinto.
Los medios de comunicación israelíes informaron posteriormente de que Hezbolá había evacuado una de las dos tiendas, pero no hubo confirmación por parte del grupo.
En un principio, el diputado libanés de Hezbolá, Mohammad Ra’ad, rechazó la petición de la ONU de retirar las tiendas levantadas en territorio israelí, declarando: “Si el enemigo no quiere la guerra, es mejor que permanezca en silencio”.
Las FDI se habían puesto en contacto inicialmente con las fuerzas de mantenimiento de la paz de UNIFIL tras la colocación de las tiendas en territorio israelí, pero las fuerzas de paz de la ONU no llegaron a la zona. Solo tras la presión diplomática, incluida la del embajador de Israel ante la ONU, Gilad Erdan, los inspectores de la FPNUL llegaron a la zona y verificaron que las tiendas estaban efectivamente dentro del territorio soberano del Estado de Israel.