El ejército israelí informó el lunes que un avión no tripulado militar suyo fue derribado por la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) durante una misión de vigilancia rutinaria en el área de Kafr Kila el domingo.
Según el comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el aparato no representaba ninguna amenaza para los observadores de la FPNUL, quienes abrieron fuego contra él y lograron derribarlo. Por su parte, la FPNUL sostuvo que el dron había sobrevolado su patrulla “de manera agresiva” y señaló que “las fuerzas de paz aplicaron las contramedidas defensivas necesarias para neutralizar el avión no tripulado”.
Tras el derribo del dron, las FDI informaron que un segundo aparato sobrevoló la zona y lanzó una granada, aparentemente para evitar que personas se aproximaran al lugar donde cayó el primer dispositivo. La FPNUL afirmó que la granada fue lanzada cerca de su patrulla y que, momentos después, un tanque israelí abrió fuego en dirección a sus observadores, lo que calificó como una violación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU y de la soberanía libanesa.

En su comunicado, la fuerza internacional declaró: “Un avión no tripulado israelí se acercó a una patrulla de la FPNUL que operaba cerca de Kafr Kila y lanzó una granada. Momentos después, un tanque israelí disparó un tiro hacia las fuerzas de paz. Estas acciones de las Fuerzas de Defensa de Israel violan la resolución 1701 del Consejo de Seguridad y la soberanía del Líbano, y muestran desprecio por la seguridad de las fuerzas de paz que implementan las tareas encomendadas por el Consejo de Seguridad en el sur del Líbano”.
Las FDI rechazaron esta acusación y negaron haber dirigido disparos contra los observadores de la FPNUL. El ejército israelí añadió que el incidente estaba siendo investigado “a través del canal de enlace militar”. A comienzos de octubre, la FPNUL había acusado dos veces a las FDI de lanzar granadas cerca de sus observadores, uno de esos casos con un observador levemente herido. En ambas ocasiones, las FDI respondieron que las acciones estaban dirigidas a dispersar actividades de Hezbolá, sin intención de afectar a las fuerzas de paz.
Israel ha sostenido desde hace tiempo que la FPNUL ha fracasado en su misión, al no impedir que Hezbolá consolide su presencia militar a lo largo de la frontera.

La guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá concluyó con la adopción de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que sirvió también de base para el alto el fuego alcanzado en noviembre de 2024 entre Israel y el grupo respaldado por Irán. Ese alto el fuego puso fin al conflicto iniciado cuando Hezbolá lanzó ataques casi diarios contra el norte de Israel el 8 de octubre de 2023, un día después de la incursión de Hamás en el sur israelí, que desató la guerra en Gaza.
Los ataques de Hezbolá provocaron el desplazamiento de unos 60.000 residentes del norte de Israel. Para garantizar su retorno, Israel aumentó sus operaciones en el Líbano en septiembre de 2024, eliminando a varios líderes del grupo e iniciando una incursión terrestre.
En virtud del alto el fuego mediado por Estados Unidos, tanto Israel como Hezbolá debían retirarse del sur del Líbano, mientras la FPNUL y el ejército libanés asumían el control de la zona con el objetivo de desmantelar la infraestructura del grupo chií. Sin embargo, Israel ha mantenido sus tropas en cinco posiciones que considera estratégicas y continúa realizando ataques contra objetivos que identifica como violaciones de la tregua por parte de Hezbolá.
La FPNUL, desplegada desde 1978 para separar a las fuerzas israelíes y libanesas, cuenta actualmente con unos 10.000 efectivos de cerca de 50 países. En agosto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la extensión de su mandato hasta 2027, con la finalidad de sostener la estabilidad en la frontera sur del Líbano.
