El límite de 200 kilómetros que separa Israel de Egipto no se considera uno de los frentes principales de la guerra desatada tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023.
A pesar de ello, cambios significativos han ocurrido en la valla fronteriza con Egipto. Según el coronel Shemer Raviv, comandante de la Brigada Regional de Paran, existe la posibilidad de que este frente se convierta en un foco de conflicto. En una entrevista con *The Times of Israel*, Raviv señaló que, aunque el Estado Mayor de las FDI no lo cuenta como un frente activo, la situación es tensa.
La frontera ha sido mayormente tranquila desde el acuerdo de paz firmado en 1979 entre ambos países. En 1982, Israel se retiró de la península del Sinaí, tras haberla conquistado en conflictos anteriores, y la frontera se trazó sobre una línea definida en 1906 entre los imperios británico y otomano.
En 2010, Israel inició la construcción de una barrera para frenar la entrada de inmigrantes africanos y terroristas desde Egipto.
Raviv recordó que el contrabando en la zona, incluido el tráfico de drogas y personas, era frecuente. A partir de 2013, con la finalización de la barrera de 241 kilómetros, los cruces ilegales disminuyeron, aunque los intentos de contrabando continuaron. Los contrabandistas egipcios arrojaban paquetes con drogas al otro lado de la valla, donde eran recogidos por beduinos israelíes.
Desde 2024, las operaciones de contrabando se han vuelto más complejas y, en ocasiones, violentas. Un incidente en enero involucró a 60 contrabandistas, la mayoría armados, que atacaron a guardias egipcios e israelíes. Las FDI respondieron al fuego, matando a cinco contrabandistas, y una soldado israelí resultó herida. Este incidente marcó un cambio en la política de fuego abierto de las FDI, que ahora permiten el uso de fuerza letal contra los contrabandistas.
En 2023, un ataque de un guardia egipcio que cruzó la frontera y mató a tres soldados israelíes llevó a las FDI a modificar sus reglas de enfrentamiento. Desde entonces, la Brigada Paran recibió órdenes de evitar cualquier cruce o contrabando en la frontera. Este cambio también trajo nuevos desafíos, como el uso de drones para el transporte de contrabando.
Los contrabandistas utilizan drones para cruzar drogas y armas desde Egipto hacia Israel, evitando acercarse a la valla. Este método complicó las labores de vigilancia, ya que los drones pueden ser pilotados desde kilómetros de distancia. Raviv señaló que, aunque inicialmente no se detectaron estos vuelos, ahora las tropas cuentan con herramientas de guerra electrónica para neutralizarlos.
La amenaza de drones cargados con explosivos o diseñados para transportar personas preocupa a las FDI, especialmente en áreas no adyacentes a la valla. Raviv destacó la dificultad de responder a estas amenazas, ya que los disparos podrían poner en peligro a civiles y fuerzas aliadas en la zona.
El comandante también expresó preocupación por la limitada atención que recibe esta frontera, considerada secundaria en comparación con otros frentes. Aunque las tropas actuales son suficientes para las amenazas inmediatas, Raviv subrayó la necesidad de reforzar las defensas y aumentar la presencia militar para prevenir un posible agravamiento de la situación.
A largo plazo, la estabilidad en la región depende de la cooperación con Egipto, pero Raviv advirtió sobre el riesgo de colapso de regímenes vecinos, como ocurrió en Siria. Aunque el diálogo con las autoridades egipcias es positivo, el comandante destacó que Israel debe estar preparado para responder a cualquier cambio en las dinámicas fronterizas.
Finalmente, Raviv reconoció que la falta de información de inteligencia es una desventaja, pero destacó que esto lo obliga a mantenerse alerta ante cualquier movimiento inusual. “Actuamos con rapidez cuando detectamos algo fuera de lo normal”, afirmó. Mientras tanto, la Brigada Paran continúa trabajando en la construcción de puestos avanzados y fortaleciendo sus defensas ante posibles amenazas futuras.