El lunes, aviones de la Fuerza Aérea Israelí (IAF), basados en información de inteligencia, llevaron a cabo un ataque que se saldó con la eliminación del líder de la unidad de cohetes en Rafah, perteneciente a la Yihad Islámica.
El objetivo del ataque fue Ahmed Aish Salame al-Hashash, quien era el jefe de la Unidad de Cohetes y Misiles de la Yihad Islámica en la zona de Rafah.
Al-Hashash había estado involucrado directamente en los lanzamientos de cohetes de la organización terrorista en la Brigada de Rafah y era una figura clave en el manejo del conocimiento sobre el uso de cohetes dentro de la Yihad Islámica en Gaza.
Durante la guerra, al-Hashash fue el responsable de los disparos de cohetes desde la Zona Humanitaria contra poblaciones civiles israelíes. En el momento del ataque, al-Hashash estaba operando activamente en la zona humanitaria de Jan Yunis.
Para minimizar el riesgo de daños a los civiles, las fuerzas israelíes emplearon diversas medidas, incluyendo el uso de municiones de precisión, vigilancia aérea constante y apoyo de inteligencia adicional.
Después del ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) destacaron que “las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza continúan utilizando de manera sistemática la infraestructura civil y humanitaria para llevar a cabo ataques terroristas contra civiles israelíes. Las FDI seguirán actuando contra las organizaciones terroristas en defensa del Estado de Israel”.