El general de brigada Yossi Kuperwasser, exjefe de inteligencia militar israelí y actual director del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén, aseguró que Hamás no entregará a los 59 rehenes restantes —24 de ellos vivos— mientras mantenga el control sobre Gaza. En entrevista con Kan Moreshet, señaló que el grupo terrorista no tiene motivos para ceder si continúa creyéndose al mando del enclave.
Según Kuperwasser, la única forma de forzar una liberación es ocupar completamente la Franja y desmantelar el régimen de Hamás. Planteó que solo así se eliminará la ilusión de poder que sostiene la organización y que impide cualquier concesión.
Las declaraciones coinciden con una advertencia reciente del ministro de Defensa, Israel Katz, quien el 18 de marzo amenazó con anexar parte o la totalidad de Gaza si no se libera a los secuestrados o si comienzan a ser asesinados. Durante un discurso en Kariya, advirtió que, si Hamás ejecuta a los cautivos, Israel intensificará sus ataques sin freno.
Fuentes del Ministerio de Defensa revelaron que, en caso de ejecuciones, se contempla ocupar zonas clave como el norte de Gaza o el corredor de Philadelphi para cortar el control de Hamás y bloquear por completo sus rutas de abastecimiento.
FDI eliminan líderes clave de Hamás en ofensiva para debilitar su mando

Las Fuerzas de Defensa de Israel han intensificado los ataques contra altos mandos de Hamás, logrando eliminar a figuras clave en los últimos días. El 19 de marzo, un bombardeo en el norte de Gaza destruyó una instalación militar desde la que se preparaban lanzamientos contra territorio israelí, según reportó el ejército en su cuenta oficial de X.
Un día antes, el 18 de marzo, Essam al-Da’alis, máximo responsable del gobierno de Hamás en Gaza, murió durante un operativo selectivo. Esta baja representa la pérdida de la autoridad más alta del grupo dentro del enclave. Poco después, el 21 de marzo, fue confirmada la muerte de Osama Tabash, jefe de inteligencia militar de Hamás en el sur de Gaza y responsable de su unidad de vigilancia y targeting.
Estos operativos se suman a la muerte de Ismail Haniyeh, líder del buró político de Hamás, abatido en julio de 2024 en Teherán en un ataque atribuido a Israel. La cadena de eliminaciones ha golpeado duramente la estructura de mando de Hamás, aunque, según Yossi Kuperwasser, estos logros aún no garantizan la derrota del grupo.
Desde su perspectiva, los avances recientes no bastan mientras Hamás conserve el control territorial. Afirmó que el grupo sigue generando focos activos en el norte, sur y en Judea y Samaria, lo que demuestra que su capacidad de operar no ha sido desmantelada por completo.
Kuperwasser rechazó la posibilidad de negociar un acuerdo que mantenga a Hamás en el poder a cambio de los rehenes. Argumentó que esto solo consolidaría su dominio y perpetuaría el peligro. Propuso como única salida viable tomar Gaza por completo y eliminar la estructura del régimen para lograr una solución definitiva.
Israel prepara reubicación de gazatíes y endurece presión tras fin de tregua

El general Yossi Kuperwasser respaldó la decisión del gabinete israelí de crear una administración para facilitar la salida voluntaria de gazatíes hacia terceros países. Según su análisis, esta iniciativa solo podrá aplicarse si Israel controla el territorio, ya que ningún civil optará por marcharse mientras Hamás conserve el poder.
La propuesta sintoniza con declaraciones de Donald Trump, quien el 4 de febrero planteó que Estados Unidos debería asumir el control de Gaza tras desalojar a sus habitantes, con la intención de convertir la zona en un enclave internacional o en una “Riviera del Medio Oriente”. En una nueva intervención, el 10 de febrero en Fox News, insistió en que los palestinos no regresarían y tendrían viviendas “mucho mejores” en países como Egipto o Jordania. Este planteamiento apunta directamente a la eliminación del dominio de Hamás.
A pesar de estas palabras, la Casa Blanca aclaró el 5 de febrero que no se enviarán tropas ni fondos estadounidenses. No obstante, la iniciativa ha provocado rechazo regional, con Egipto y Jordania oponiéndose con firmeza a cualquier traslado forzado de la población palestina.
El deterioro de la situación se acentuó después de que Hamás violara la tregua entre el 19 de enero y el 18 de marzo, al negarse a liberar más rehenes y aprovechar las entregas anteriores para montar actos de propaganda, como la exhibición de cuerpos y la difusión de videos forzados. En respuesta, Israel impuso un bloqueo completo, suspendiendo la ayuda humanitaria y cortando internet, como reportaron usuarios en X el 15 de marzo.
Kuperwasser advirtió que la pasividad solo agravará la situación, especialmente en el norte, donde los disparos desde Líbano no cesan ante la falta de una fuerza confiable capaz de detener los lanzamientos y la ineficacia del ejército libanés. Además, expresó preocupación por el fortalecimiento del ejército egipcio cerca de la frontera, pese a la ausencia de hostilidades directas, y recomendó mantener la preparación para cualquier posible escenario.
Frente a las divisiones internas, calificó de innecesaria la polémica por el despido del jefe del Shin Bet, Ronen Bar, al considerarla una distracción que debilita el enfoque principal. destacó que desmantelar a Hamás sigue siendo el único camino realista para liberar a los rehenes y evitar una escalada mayor. Con las FDI debilitando a la cúpula del grupo y Trump proponiendo un futuro sin Hamás en Gaza, el gobierno israelí parece decidido a avanzar hacia un cambio irreversible en el enclave.